viernes, 14 de agosto de 2009

Seru Girán "La grasa de las capitales"


El mes pasado se cumplieron 30 años de este disco clave en la historia de nuestro rock. Las canciones, los arreglos musicales y la memorable tapa ideada por Charly García.

Conseguí “La grasa…” hace dos años mas o menos y confirmé lo que venía pensando desde hacia tiempo, las bandas nacionales no tienen nada que envidiarle a las extranjera. Cuando escuchamos Seru, Almendra y tantos otros grupos sabemos el porqué de esto. Oscar Moro en batería, Pedro Aznar en bajo, David Lebón en guitarras y Charly García en teclados constituyeron un verdadero dream-team para la época.
Luego de tantas alabanzas es hora de hablar del disco que corresponde. “La grasa de las capitales” es el segundo disco de Seru, editado en 1979 y marcó el despegue de la banda luego de un álbum debut dudoso “Seru Girán” del año 1978 que mostró resistencia del público y de sectores de la prensa. A partir de esto la banda debía barajar y dar de nuevo ante la respuesta negativa que había recibido.
La primera decisión fue dejar completamente de lado los arreglos orquestales que caracterizaron ese primer trabajo e ir por algo más simple (hasta cierto punto).
La grasa de las capitales es el primer tema del disco, los Seru empiezan cantando (“¿Qué importan ya tus ideales, que importa tu canción? La grasa de las capitales, cubre tu corazón”) A medida que escuchamos el tema descubrimos complejas armonías, constantes cambios de ritmos que llevan la canción a sitios inimaginables por la potencia que muestra. Como dije anteriormente el disco se editó en 1979, pero la estrofa que citan los Seru, no pierde vigencia con el tiempo, es más Charly sin quererlo hizo futurología (“…No transes más, con la cantina, con la cantora, con la televisión gastadora, con esas chicas bien decoradas, con esas viejas todas quemadas, gente re-vista, gente careta, ¡la grasa inunda cual fugazeta”!). Lo primero que me impresiono al instante de esta letra fue eso: la vigencia que mantuvo en el tiempo, parecía escrita hace minutos nada más. Yo la escuchaba y no podía creerlo. Tinelli, Susana, Mirtha Legrand, los programas de espectáculos y gran parte de la TV. de hoy encajan a la perfección en esta letra, creer o reventar.
“San Francisco y el lobo” es un tema netamente acústico en el cual David Lebón se hace cargo de la voz. El personaje principal es el lobo y la historia está narrada desde la visión del mismo.
Perro Andaluz, podría ser interpretado como un tema de amor (“Soy un tonto en seguirte como un perro Andaluz, pero mi amor se acabará alguno de estos días”). Pero si leemos las declaraciones que Charly García hizo en exclusiva para la revista La Mano (N° 64) en la cual habla sobre los 30 años de este disco, veremos que hay algo más. “La canción no tiene destinataria, es un tema sobre la hipocresía”, dice el bicolor. Para rematarla García confesó a la misma revista que jamás vio esa película “solo me gustó el título” dijo. La hipocresía que cita Charly queda sentenciada de la siguiente manera (“Te encanta caretear, ser aceptada donde te odian más”). Si nos volcamos a lo instrumental es para destacar el arreglo instrumental en ciertos pasajes de la canción, pero sobre todo hay que prestar atención al trabajo realizado por Pedro Aznar en el bajo: excelente.
El cuarto tema es Frecuencia modulada un tema que habla sobre las FM que empezaban a emerger en ese momento y pasaban música netamente comercial. Sobre el minuto 2.10 de la canción el solo de David Lebón realizado con guitarra acústica merece su atención. La letra es bien clarita, sin rodeos (“Si en la música que escuchas ya no hay vida, si la letra ya no tiene inspiración, si aunque el volumen ya no hay fuerzas, son los tiempos que están huecos de emoción”). Todo dicho, que pase el que sigue.
Un momento netamente comprometedor en el disco es Viernes 3 AM, donde la muerte es protagonista. La letra habla de alguien que hizo todo por seguir y no aguantó (“Los que no pueden más se van”). Luego de haber cambiado de música, de ideas, de sexo y de Dios esta persona no encuentra solución y el final es inminente (“Y llevas el caño a tu sien apretando bien las muelas y cierras los ojos y ves todo el mar en primavera. Bang!, Bang! Bang!”). El tema de la muerte es algo que ha estado presente en muchas canciones de Charly, como así también el condimento de la sangre, que aparece en muchas formas, un de ellas se ve en Vampiro (uno de los mejores temas de Charly) de su proyecto Tango 4..
La oscuridad musical está presente en Noche de perros. La letra es también densa y plantea la soledad en una noche oscura de las cuáles abundaron (y abundan) por aquella época. (“No estás solo si que sabés que muy solo estás, no estás ciego si no ves donde no hay nada”). Este último tramo de la canción podría tener vinculación con Paranoia y soledad, ya veremos porqué.
Un piano con un arreglo netamente tanguero sirve de apertura para Los sobrevivientes. La letra puede vincularse a los que huyen por culpa del proceso militar (“…Estamos hartos de huir en la ciudad. Nunca tendremos raíz, nunca tendremos hogar y sin embargo ya vez, somos de acá”). Hay un párrafo también para el sufrimiento (“Yo siempre te he llevado bajo mi bufanda azul por las calles como Cristo a la cruz”).
Pedro Aznar no llegaba a los 20 años en 1979 y el talento que poseía lo ubicaba a la altura de Lebón y García a la hora de componer. El tema Paranoia y soledad fue el debut como compositor del bajista. En la revista La Mano (n° 64) Aznar declaró que García le abrió las puertas para que él exhibiera su material por distinto que fuera a lo que mostraba Seru. “Fue un gesto muy generoso de su parte, por el cual le voy a estar agradecido siempre”, reconoció a la revista.
Yendo a la canción en si, Paranoia y soledad no es un tema fácil, primero por ser el más largo del disco (6’46”), segundo porque Aznar recién empieza a mostrar su voz promediando casi los tres minutos de canción y encima es bastante enroscada. (“Cuanto tiempo más de paranoia y soledad, despertar así es como herirse con la propia destrucción”), allí podríamos ver la similitud con Noche de perros y su mención a la soledad que se vincula a la desesperación. Pero Aznar sigue (“Que es lo que hay que hacer, para evitar enloquecer, no pensar que se es o que se ha sido y no volverlo a pensar jamás”). La música acompaña de manera opresiva a la letra.
Para el final Canción de Hollywood, allí Charly retrata con fina pluma lo que sería el final de una estrella de Hollywood y muestra que el lugar todos creemos conocer (a la distancia obviamente) se muestra tan solo en películas (“…el cielo es tan azul pintado, la ciudad un decorado, vidrio, cartón y aserrín”).
Nueve temas sirven para mostrar el talento de estos cuatro músicos y afirmar lo dicho al inicio de esta nota, las bandas argentinas (sobre todo las de los ’70) no tienen nada que envidiarle a las extranjeras. Es más cuando escucho estos grupos me pongo orgulloso de que sean de acá.
En este trabajo mostraron un panorama político que pintaba más que negro, estábamos en 1979 y todavía quedaba mucha sangre por derramar. La vigencia de algunas de sus canciones hace que 30 años después sigamos hablando de ellas.


La historia de la tapa

Como ya sabemos, el álbum debut de Seru Girán no fue bien recibido por el público y la prensa. Para colmo en su debut en el festival de la Genética Humana en el año 1978, participaron diversos grupos y Seru (que era el grupo que la gente había ido a ver) cerró la noche tocando tan solo tres temas.
Un tiempo después vino la presentación del disco debut en Obras
donde la gente no entendió el mensaje que mostró la banda y se mantuvo indiferente el resto de la noche. El grupo había puesto en escena una orquesta y varios elementos más que no convencieron a los presentes, el año que se avecinaba se mostraba complicado, sobre todo por la crítica de la prensa.
Entre tantos “castigos” recibidos hubo una nota realizada por el periodista de rock Pipo Lernoud, quién hizo mención al show en Obras diciendo que en el escenario estaban “los dobles de Seru Girán”. “Es increíble lo bien hechas que están las máscaras -decía Lernoud en su nota- los ojos de Charly no brillan”. Lernoud planteaba que la banda había enviado a sus dobles a tocar, mientras los originales se paseaban por las playas de Brasil.
Había otros periodistas que acusaban al grupo de tener voces homosexuales y un medio gráfico ( el diario “Crítica”) tituló en forma agresiva “Charly García: ¿Ídolo o qué?.
La respuesta de García no tardó en llegar y se vio reflejada a la hora de definir la tapa del disco “La grasa de las capitales”. Charly optó por recrear algo similar a la revista “Gente” de la época. Como encabezado de la “revista” (tapa) estaba el famoso titular “Charly García: ¿Ídolo o qué?”, bien abajo sobre la derecha de la tapa podía vislumbrarse “Descubrimos a los dobles de Seru Girán”, en referencia a la crítica hecha por Pipo Lernoud. En la foto entonces se podía observar a cuatro tipos que simulaban ser los Seru con profesiones que nada tenían que ver con la música. Allí estaban parados Pedro Aznar como oficinista, David Lebón como un jugador de fútbol, Charly García como dueño de una estación de servicio, con sus correspondientes dólares en los bolsillos de la camisa y Oscar Moro como carnicero.
La banda respondía de manera ácida a las críticas. “La revista ‘Gente’ era como el enemigo”, tiró García que en ese momento rebalsaba de bronca.
Sin dudas una de las tapas más geniales de la historia del rock nacional y que contó con la lucidez de un García en estado puro.

Maximiliano Ucotich

1 comentario:

  1. ¿Podés acceder a la noticia del diario "Crítica"? No la encuentro. Voy a explicarme: en semiótica se buscan lo que se llaman "marcas",(no vienen al caso la definición del concepto) los titulares que figuran en la tapa del disco, lo son. Yo debo buscar la relación con otros discursos (en semiótica se estudia la red discursiva, nos comunicamos por discursos, en este caso la tapa del disco, lo es), por eso necesito esa noticia para entablar la relación. Pero busqué (soy medio boluda para buscar en internet) y no encontré. Si sabés de algún lugar (en internet o no) por el que pueda llegar al número que publicó esa nota, estaré muy, pero muy agradecida. Qué boluda, acabo de darme cuenta debque publiqué mi correo electrónico, cuando veas el mensaje, por favor, borralo.

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