martes, 3 de noviembre de 2009

Mi ídolo y maestro

Charly García retornó a los escenarios locales luego de un año de tratamiento por alcohol y drogas. El viernes 23 de octubre miles de fanáticos se acercaron al estadio de Velez para ver el gran regreso del músico y festejar sus 58 años.


Viernes 23 de octubre, la ciudad de Buenos Aires ardía, los termómetros marcaban 33 grados a las 16 horas y el servicio meteorólogo anunciaba un temporal sobre el final del día. Nada importaba. La gente iba a presencia el retorno de Charly García a los grandes escenarios y la frutilla del postre consistía en festejar su cumpleaños número 58.
En los alrededores del estadio, los vendedores trataban de hacer sus negocios, brazaletes Say No More a 10 pesos, remeras que iban de de 25 a 30 pesos y en esta ocasión los pilotos, infaltables ante la lluvia que podían adquirirse por la suma de 10 pesos.
Las cámaras de la versión sudaka (y superiormente bizarra) de CNN registraban el ingreso apaciguado de los fanáticos al estadio, esperando quizás algún desmán por parte de los presentes.

Cerca de las 21 horas la lluvia comenzó a hacerse sentir en el estadio de Vélez Sarsfield, mucha gente entonces optó esperar en los pasillos que conducían al campo Say No More propiamente dicho dado que estaba divido en dos aunque cueste creerlo. Campo Piano Bar VIP (para los que pudieron pagar 250 pesos) y campo Say No More (para los que pudieron pagar 120 pesos a duras penas), ¿porque la organización del evento lo dispuso así?, vaya uno a saberlo, no caben dudas de que es algo totalmente injusto. El rol de la productora en torno a la promoción del show y demás cuestiones implicaría realizar otra nota para no hacer más extensa esta.

En la popular se armó una especie de juego el cual no obtenía resultados positivos, algunos se inclinaban por gritar gol (???????????!!!!!!), mientras otros hacían un intento infructuoso de ola.
A las 21.40 todos ya estaban acomodados en sus puestos, jóvenes, parejas, personas de más de 40 años y familias completas se disponían a ver el retorno de Charly a los grandes escenarios. La lluvia había cedido y alguien se animó a decir: -“quedate tranquilo, no llueve más”. Cinco minutos más tarde las luces del estadio se apagaron y todo estalló en ovación.


Operación densa, tema que Charly compuso para la banda de sonido “Pubis angelical”, película de Raúl de la Torre, fue la introducción que duró unos dos minutos y hacía que la gente estallara en gritos y aplausos. Ya con los músicos acomodados en sus puestos el primer tema de la noche fue El amor espera y allí los presentes se ponen a tono con el show, con un Charly tocando los teclados y recorriendo el escenario, acompañado por una banda que destiló energía y mucha, sobre el escenario.
Minutos después el cielo empezó a llorar (de alegría obviamente), al ritmo de Rap del exilio. “¡Fuera lluvia, o más fuerte!”, gritó Charly mientras sonaba No soy un extraño. Le siguieron Cerca de la revolución, con un Carlos García López inspiradísimo en la guitarra, Chipi chipi y Fanky, donde el pogo se expandió a todo el estadio. “Say No More es impermeable”, tiró el bicolor ante la insistencia de la lluvia, y desató aplausos del público.
Para bajar un poco los decibeles lo que siguió fue No te animas a despegar, cinco minutos más tarde todo volvió como al inicio, Demoliendo hoteles, Promesas sobre el bidet y Adela en el carrousell, hicieron delirar a la gente.
Había llegado el momento más emotivo del show. Charly se paró frente al micrófono y presentó a su “ídolo y maestro”, segundos después salía a escena Luis Alberto Spinetta y todo explotó en gran ovación para el flaco. Juntos interpretaron Rezo por vos y allí el cielo descargó toda su furia haciendo de ese momento algo inolvidable. La gente parecía inmune al temporal y seguía disfrutando de un momento mágico. Sin dudas que el encuentro entre estos dos próceres del rock nacional pasará a la historia.
Tras la despedida de Spinetta, luego de una inmensidad de aplausos y una interminable ovación, llegó Yendo de la cama al living, canción que sirvió para presentar a la banda. Los “históricos” Hilda Lizarazu en voz y coros, Fabian Zorrito Quintiero en teclados, Carlos García López en guitarras (participaron en “Como conseguir chicas”), mas los chilenos, Kiuje Hayashida en guitarras, Tonio Silva Peña en batería y Carlos Gonzáles en bajo, que lo acompañan desde mediados de 2002.
Cabe destacar el trabajo de toda la banda. Sobre el escenario se vio un grupo afilado, con energía, que disfrutaba del momento y que contagiaba a la gente, lo cual no es fácil de percibir por lo general. El trabajo hecho por Hilda Lizarazu, acompañando la maltratada voz de Charly fue fundamental en varios tramos del show.
“El primer show subacuático del mundo”, dijo el bicolor antes de hacer Canción de dos por tres. Es que el temporal arruinó lo que era la gran puesta en escena que se tenía pensada para el show diseñada por Pichón Baldinú (ex De La Guarda). Dos pantallas a los costados del escenario, acrobacias aéreas, fuegos artificiales y otros condimentos, no pudieron estar presentes en el show por las condiciones climáticas adversas. Solo hubo una pantalla y muy mal ubicada por cierto en la columna de sonido que estaba en mitad de cancha, lo cual hacía que quienes estaban sobre las tribunas no pudieran ver nada. Una tela sobre el fondo del escenario y otras que estaban como capas sobre los laterales internos proyectaban algunas animaciones en los distintos tramos del show. De todas formas la lluvia y los rayos que no paraban de cruzar por el cielo de Buenos Aires se encargaron de dar pese a todo una ambientación mágica al show.
Munido de un poncho durante un gran tramo del show (quizás la forma de homenajear a Mercedes Sosa a pocos días de su muerte), Charly auguraba el fin del diluvio pero este insistía cada vez con más fuerza.
Nos siguen pegando abajo e Influencia, fueron los temas que sirvieron para que minutos después se desempolvara un clásico de Seru Giran, Llorando en el espejo. Tema que despertó aplausos de todos los sectores del estadio al mostrar que su habilidad con el piano está intacta.
La lista de clásicos seguía su curso, era la hora de Raros peinados nuevos, Pasajera en trance, que la finalizar despertó el cantito por parte de la gente “borom bom bom, borom bom bom, esta es la banda de Say No More”. García agradeció las muestras de afecto con un “Hasta la lluvia se bancan, muchas gracias”. Luego arremetió con Me siento mucho mejor y Tu vicio.
Buscando un símbolo de paz y No voy en tren (con la gente coreando el estribillo durante varios minutos), fueron los temas de la despedida de Charly y sus secuaces.
Unos minutos después el músico volvió a escena ahora vestido con un saco para tocar Deberías saber por qué (la discusión generada en algunos medios que no tienen nada que hacer sobre si el tema es nuevo o no es tan ridícula que deja mucho que desear). Luego vino Hablando a tu corazón y el cierre con un “rock al palo” Rock and Roll Yo.
Nadie se movía de su lugar aguardando el regreso de los músicos, las luces del escenario se encendían una vez más y la banda se acomodaba en sus puestos. Hilda Lizarazu recorriendo el escenario empezó a emular un grito rapero para iniciar Estoy verde y desatar la fiesta y el baile en toda la cancha. Cierre bien rockero con toda la furia de No toquen y ahora si el final del show, Charly agradeció a todos junto a la banda al borde del escenario y salió de escena.
Las luces del estadio se empezaron a encender lentamente y la gente iba en búsqueda de un refugio (a esta altura algo sin sentido) para la lluvia. Sorpresivamente todo se oscureció de nuevo y ante un grito de sorpresa, todos fueron corriendo hacia la valla. Llegaba ahora si el último tema de la noche, con un pogo bien al palo No se va a llamar mi amor, coronó una noche magistral en la cual no faltaron clásicos y Charly brilló en todo su esplendor.

Charly había asegurado los días previos a la presentación que con este show buscaba hacer historia al igual que cuando presentó su primer disco solista “Yendo de la cama al living” el 25 de diciembre de 1982 en el estadio de Ferro y sin dudas lo consiguió. Apeló a lo que mejor sabe hacer arriba de un escenario: tocar y por suerte no defraudó a los presentes con una lista que repasó prácticamente lo mejor de su carrera.
Otro condimento que tiene similitud entre este show y aquel de 1982 fue el tiempo, ese 25 de diciembre Buenos Aires vivió una jornada similar de calor que desembocó en una tormenta veraniega que no pasó a mayores. En esa oportunidad la escenografía pudo lucirse pero al final del show fue demolida mientras sonaba No bombardeen Buenos Aires.

Charly volvió y por suerte está bien. Superó las expectativas de propios y ajenos y los fantasmas que giraban en torno suyo cuando la promoción del evento lo indicaba como “El más grande”. Innegablemente antes del show García cargaba con una inmensa mochila sobre sus espaldas, había sido tildado como el más grande antes de tiempo. No debía fallarse ni a él ni a su gente y por suerte pudo cumplir.

La gira “Tengo que volverte a ver” ya pasó por Lima, Perú (23 de septiembre), Santiago, Chile (2 de octubre) y Buenos Aires (23 de octubre). Queda un largo trecho por recorrer, Montevideo, Uruguay (14 de Noviembre). Quito (21 de Noviembre) y Guayaquil (25 de Noviembre), Ecuador. Bogotá, Colombia (28 de Noviembre) y el cierre en nuestro país en la ciudad de Rosario el 5 de Diciembre.

Maximiliano Ucotich

2 comentarios:

  1. -En la popular se armó una especie de juego el cual no obtenía resultados positivos, algunos se inclinaban por gritar gol (???????????!!!!!!), mientras otros hacían un intento infructuoso de ola.

    JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA ME ACUERDO Y ME MUEEEERO DE RISA
    GOLLLL JAJAJAJJAJAA Y LA POBRE OLA QUE NO VOLVIA, IGUAL SEAMOS SINCEROS NOS REIMOS UN RATO GRACIAS A ELLOS.

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  2. Qué mejor que buena música y un buen chapoteo! Ha sido un placer muchachos, saltar junto a ustedes!

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