lunes, 23 de noviembre de 2009

Entrevista a Gerardo Young

En una charla con el periodista, en la cual la idea fue recorrer los secretos de su libro “SIDE, La Argentina Secreta” y sus técnicas de trabajo dentro del periodismo de investigación, otras cuestiones se hicieron presentes con el correr de los minutos. Luis D´Elía, el matrimonio Kirchner, la Ley de Medios y otros asuntos confluyeron a lo largo de la nota y todo por el mismo precio.




“La SIDE es, a espaldas de la sociedad, el secreto mejor guardado del Estado Argentino”. Así finaliza la contratapa del libro que escribió Gerardo Young “SIDE, La Argentina Secreta” editado por Editorial Planeta en el año 2006. Con la idea de indagar un poco más sobre este misterio que presenta la Secretaría de Inteligencia Del Estado y otras cuestiones ajenas al libro nos dirigimos hasta Tacuarí 1846 para hablar con el periodista.
Cerca de las 14 horas arribamos a la redacción de Clarín; luego de unos minutos de espera el recepcionista nos informa que Gerardo Young nos espera en el tercer piso. Hacia allí vamos entonces.
Tras un par de vueltas por la inmensa redacción del diario finalmente hallamos a Young. Teléfono en mano, el periodista se percató al instante de nuestra presencia cuando ambos quedamos stand-by. Un saludo con la mano y la indicación de que aguardáramos en una oficina unos minutos. Tres escritorios, cada uno con su respectiva PC ambientan el lugar, sumado a paredes repleta de imágenes en donde uno podía hallarse con Jorge Lafauci luciendo un 8 en su mano durante su paso como jurado de “Bailando por un sueño” y Charly García sonriente y flaco tirado en una pileta en sus épocas de caos, tapas de la revista Barcelona, jugadores del medio local reproducidos en formato casi caricatura ambientan otra de las paredes. De espaldas a donde estará sentado el entrevistado una ampliación de un ejemplar de Clarín del 28 de diciembre de 2001 muestra una foto de Racing campeón tras 35 años. Debajo de ese titular, otro que irritaría a muchos en poco tiempo “Autorizan a pagar en pesos 1 a 1 las deudas en dólares”. Argentina estaba en plena etapa de caos económico y ese título abría algo de esperanza a los deudores.
Unos minutos después Gerardo Young entra al despacho y nos recibe con un “¿Como va esa facultad Anti-Clarinista?” y hecha una risa, quizás para romper el hielo lo más rápido posible.
La cordialidad y predisposición que Young mostró vía telefónica cuando fue contactado para hacer esta entrevista se confirma con el correr de los minutos. A lo largo de la charla, no solo hablaremos del libro en particular y sus métodos de investigación para llevarlo a cabo. Los Kirchner, D´Elía, La Ley de Medios, los asesinatos de Darío Santillán y Darío Kosteki en Avellaneda y otros temas se harán presentes. Habrá también momentos de distensión y risas y algunos diálogos que jamás saldrán de esta cinta en la cual fue registrada la nota.

La primera pregunta de la tarde fue voto cantado.

-¿Por qué elegiste la SIDE para hacer un libro?

-Bueno en realidad yo venía escribiendo sobre la SIDE acá en el diario Clarín (Young trabaja desde 1993) y en Editorial Planeta me lo ofrecieron para hacer y me pareció una buena idea. Tenía el problema de que no había nada escrito antes salvo un libro que se llamaba El informador público que escribió un periodista llamado Jorge Boimvaser que tenía la particularidad de que él había sido empleado de la SIDE. Con lo cual el libro era bastante dudoso y además no era una historia de la SIDE, sino que eran una serie de capítulos sobre sus sucesos internos dentro de la Secretaría de Inteligencia…como internas de ahí adentro.
Después encontré cuando me largue al trabajo, un libro rarísimo de un tipo que había sido agente de la SIDE en la década del ’60 que contaba como era la Secretaría en ese momento y los entrenamientos que realizaba con el Mossad (Servicio de Inteligencia de Israel). Contaba una serie de cosas interesantes, lo cual era un hallazgo insólito. Después no había nada, de hecho hoy no hay nada tampoco, obviamente la SIDE no tiene un sitio Web donde encontrás información. Hay algunas cosas colgadas en Wikipedia pero con muchos errores, se ve que lo colgó alguien de ahí adentro.
El problema que tiene la SIDE en general es que no hay nadie que sepa todo. La información está manejada en forma celular digamos, cada uno conoce su pequeño micromundo y nadie conoce la totalidad del organismo, ni siquiera los propios jefes.

La escasez de documentos objetivos era un problema para iniciar la investigación. Young reconoce que si bien era complicado, esto era algo que lo seducía. Encontró una serie de causas judiciales que le sirvieron de apoyo. Una fue la de la AMIA “yo había trabajado bastante en el diario y ya tenía bastante, pero tuve que revisar mucho ahí”, admite. Otra de las causas fue sobre el secuestro y muerte de Axel Blumberg donde la SIDE había actuado. Sumó además la de las coimas en el Senado en donde estuvo vinculado Mario Pontaquarto (acusado de repartir coimas en el Senado durante el año 2000 a senadores peronistas para que apoyaran el proyecto de reforma laboral que impulsaba el gobierno de Fernando De la Rúa) y además una vinculada contra un testaferro de la SIDE, Daniel Salinardi, que cuando fue echado en el año 2001 reclamó quedarse con todas las propiedades que figuraban a su nombre.
Estas cuatro causas le dieron bastante soporte, sumó una quinta que fue la del Centro de Detención Automotores Orletti. “Me contacté con un periodista uruguayo que había investigado el tema de Orletti desde allá, porque los únicos sobrevivientes fueron uruguayos”. Sobre ese contacto Young pudo saber que entre los detenidos uruguayos se encontraba León Duarte al que llegaron a sacarle al menos 500 mil dólares. Un porcentaje de ese capital fue usado por la SIDE para adquirir la Base de Coronel Díaz.
“Elementos objetivos no había muchos, realicé trabajos de entrevistas a agentes y ex agentes y algunos trabajos en la Inspección General de Justicia para ver los registros de propiedad, de automotor y demás” y asegura haberse parado en la puerta de la SIDE anotando la chapa patente de los autos (encontró hasta siete patentes con la misma numeración). “Ese tipo de cosas le daban soporte, porque sino solo estaba trabajando sobre cosas que se decían y no más que eso”.
Las historias que abundan en el libro son muchas y más que interesantes, sobre eso también hablamos y reconoce haber encontrado muchas más historias de las que publicó. “Me limité a poner las que estaban sostenidas digamos…me pareció que le iba a quitar credibilidad al libro por contar historias buenísimas, pero que pueden ser ciertas como no”.


La noche del domingo 25 de julio de 2004 algo iba a cambiar. Gustavo Béliz, Ministro de Justicia del Gobierno del por entonces Presidente Néstor Kirchner acababa de ser echado de su cargo. El lunes a primera hora pasaría a firmar su renuncia y a retirar sus pertenencias de su despacho. Obviamente que Béliz no iba a quedarse de brazos cruzados, en esas últimas horas del 25 de julio seguía siendo funcionario del gobierno y por esa razón se dirigió a los estudios de Canal 9, más precisamente al programa “Hora Clave”, conducido por el polémico Mariano Grondona.
Sentado frente a las cámaras, Gustavo Béliz empezó a hablar diciendo que fue echado del gobierno por nombrar la palabra maldita de la política argentina: SIDE.
Una vez más la SIDE en el centro de la escena. El Ministro se despachó diciendo que la SIDE constituye un Estado paralelo en la Argentina. Una policía secreta son control de ningún tipo y que la maneja un hombre que debería ser el más público de la Argentina. Minutos después Béliz sacó de un sobre la foto Antonio Horacio Stiuso, más conocido como Jaime Stiuso en el mundo de la SIDE.

- El puntapié del libro parece ser cuando se muestra la foto de Jaime en el programa de Grondona y tu encuentro con él.


-En realidad cuando muestran la foto de Jaime, lo que me pasa ahí es que decido que él va a ser el personaje central del libro. Toma como más importancia el personaje, con lo cual ese primer encuentro que tuve con él en un bar en el año 1998 cobra otra relevancia y todo lo que gira alrededor de él también.
Lo que me pasó con Jaime es que me fue muy difícil conseguir información sobre él, entonces trabajé también sobre el mito del personaje, sobre lo que representa, los miedos que provoca…
Lo que me fue pasando en los hechos más importantes de la historia es que siempre aparecía él, algún papel había tenido. ¿Por qué? Porque había sido un agente operativo muy importante durante 25 años, siempre estaba. Operativo Café Blanco y el caso AMIA, son dos ejemplos.
Cuando comencé el libro ya conocía a varios personajes de ahí adentro, sobre todo a varios ex, porque en esa época habían echado mucha gente de la SIDE, porque Fernando de Santibañes (al frente de la Secretaría durante el gobierno de Fernando De la Rúa) había hecho un ajuste. Quedó mucha gente afuera que es la ideal porque quiere hablar.
Otro problema es que los agentes y ex agentes de la SIDE no pueden hablar por ley, el reglamento interno les prohíbe revelar lo que sucede allí dentro. Entonces todo tenía que ser en off. Eso era malo como documento periodístico, pero era bueno en el sentido de que los tipos hablaban una vez que entraban en confianza, sabiendo que yo no los iba a citar, que iba a mantener el secreto de la fuente.

-¿En algún momento pensante en abandonar la investigación? Muchas veces en la facultad nos dicen que varias investigaciones deben ser abandonadas por presiones.

- Pasa…Yo no es que estaba buscando un caso particular…lo que si me pasó es que un momento dije bueno “no me ocupo más de Jaime, porque no averiguo nada”. Después dije “si, me ocupo de Jaime, pero más sobre lo que representa, que sobre el personaje en sí”. Digamos que fui cambiando algunos focos, por ejemplo lo que me pasó al principio es que cada una de las historias que yo iba contando las intentaba develar en su totalidad. AMIA, quería saber exactamente que había pasado, Café Blanco y Gorriarán Merlo lo mismo y después me di cuenta que era prácticamente imposible…Es como que me enfrenté con la limitación del periodismo que también es la limitación de la justicia y ahí tambalee. ¿Qué hago? No puedo saber si lo de Gorriarán fue acordado o no con los mexicanos. Cuanto se llevaron con Café Blanco, sino se llevaron nada y bueno en AMIA ni hablar.
En AMIA hay un montón de agujeros negros, lo que hice ahí cuando había un agujero negro era decir “acá hay un agujero negro, esto no lo vamos a saber”. Leyendo este libro no lo vamos a saber, seguro que no. Y jugué con eso. Como no podía conocer la verdad jugué con la limitación de saber cual es la verdad y ahí habrás visto que libro juega con lo que puede ser cierto y con lo que no, que es un poco la lógica de los servicios de inteligencia, a ellos no les importa que es verdad. A ellos les importa el resultado. Hay una determinada misión y la cumplen, si es verdad o no es verdad no les importa. Tienen que poner un dedo de un árabe y lo ponen, o un dedo cualquiera, dicen que es de un árabe y se acabó. No les importa saber quién voló la embajada, les importa poder decir que es un árabe.

En relación a lo citado por Young líneas arriba. En su libro se hace un repaso de lo que fue el atentado contra la embajada de Israel el 17 de marzo de 1992 y un hecho bastante insólito. A media cuadra de la embajada de Israel se halló un dedo gordo en la alacena de una cocina y que una vecina denunció. Se supone que el dedo fue expulsado por la onda expansiva. Semanas más tarde Jaime redactó un informe en el cual se confirmaba la hipótesis del comando suicida, pero lo más raro es que decía el informe es que “pertenecía a una persona que usaba las típicas sandalias de cuero de cabra que producen en los dedos de los pies una callosidad similar a la que tienen las personas que acostumbran a andar descalzas”. Young se pregunta con ironía en las páginas de su libro si un iraní estuvo perdido en Buenos Aires, lo cual resulta raro.

Las impunidades de la SIDE dan que hablar y mucho, Young cree que es “una locura” el hecho de que sean asistentes del Poder Judicial. “A diferencia de la policía por ejemplo ellos no persiguen la verdad. Un investigador privado busca huellas para comprobar una cosa ¿en teoría no?”. Y remarca “pero en teoría el Servicio de Inteligencia no tiene como objetivo la verdad. Entonces es un disparate que sea asistente de la Justicia, como lo es el hecho de que las personas usen seudónimos, haya autos con patentes truchas, armas no registradas. Un excesivo poder de impunidad”, sentencia.

-También un ejemplo son los gastos que registran por año, cifras descomunales…

-Yo lo que sospecho y lo que doy a entender en el libro es que de todos modos la SIDE gasta mucha menos plata de la que marca su presupuesto, gran parte de esa plata ni siquiera llega a la Secretaría de Inteligencia, se la llevan antes o llega a la SIDE y se la llevan. Porque como bien decís vos, no hay manera de justificar semejantes gastos. Los gastos operativos…tampoco es que están todos los días haciendo operativos, viajes a Europa, hay cada tanto supongo que debe seguir habiendo, pero en la vida cotidiana no tiene tanto gasto. Evidentemente hay mucha plata que no llega al destino adecuado.

-¿Cuánto tiempo estuviste trabajando con el libro?

-Y estuve más de dos años, en realidad lo que pasó es que yo venía trabajando mucho con el tema, después se sumó el libro, es como que fueron muchos años. Yo siento que fueron siete años que estuve tratando el tema SIDE y después cuando terminé el libro me agarró una fobia y además cada vez que pasaba algo con la SIDE me llamaban de las radios, era el especialista del tema en la Argentina y dije “no, yo esto no quiero ser” y después de a poco fui volviendo, cada tanto hago algo. Igual ahora hay menos información, porque está todo muy cerrado.
Los que hablaban, que estaban afuera, se fueron hace mucho ya. Pero es verdad me agarro una fobia post, ya no quería saber nada (risas).

-¿Tuviste miedo durante la investigación?

-En general en este país, todavía se puede hacer periodismo. Una vez apareció un tipo sacando fotos en la puerta de mi casa, pero yo no creo mucho en eso. Soy muy distraído, entonces no me doy cuenta. Lo del fotógrafo se dio cuenta mi mujer por ejemplo…También hubo sonidos raros en el teléfono, pero para mí son cosas que pasan porque anda mal Telecom. No soy de estar muy atento a esas cosas. Después hubo algún llamado diciendo que no pusiera tal cosa, pero nada grave. Obviamente que en las semanas previas a la salida del libro estaba súper asustado. Pero finalmente no pasó nada.
Yo le tenía miedo a dos personas a Jaime y al Gordo Miguel que es como la mano derecha de Jaime y hoy es un tipo muy pesado todavía ahí adentro. Hubo una orden interna cuando salió el libro de que no se hicieran juicios para evitar darle prensa al libro.

-¿Y de Jaime sabés que es de su vida ahora?

-Jaime sigue estando en el mismo lugar, sigue siendo el número uno de los hombres de la SIDE y el número tres en la escala porque los dos primeros son políticos (actualmente Héctor Icazuriaga está como número uno y Francisco Larcher como número dos), pero él sigue manejando todo…

-Jaime llega al máximo poder cuando se da la crisis institucional en el año 2001…

-Exacto, en el vacío de poder, ellos con Jaime a la cabeza ocupan todas las direcciones que antes eran cargos políticos, desde entonces desde la política solo ponen a un jefe y subjefe que aunque crean que les genera mucho poder en realidad no les genera tanto, porque si la información no sube…
Francisco Larcher que es el número dos de la SIDE ahora, se hizo armar una oficina para hacer él escuchas telefónicas propias, es como que se metió un poquito más en la parte operativa pero de todos modos siguen dependiendo de los hombres de La Casa.
Lo que tiene la SIDE que por eso ha sobrevivido todos estos años es que siempre es muy leal al Presidente, con los gobiernos no tienen problemas, se sabe que si son obedientes al número uno no habrá problemas. Eso es una cosa típica de todos los servicios, la CIA, el Mossad, entre otros, entonces eso le da garantía de supervivencia. Lo insólito en este país es que la oposición no cargue contra la SIDE, sucede algo cada tanto, pero que no haya una política para intentar frenar el poder de este organismo es un disparate.

-El libro da una sensación tal que uno no poder dejarlo, resulta atrapante

-Escribirlo me costó porque tenía este problema de la realidad esquiva, sin dudas que fue un buen ejercicio narrativo. A mi gusto si lo tuviera que escribir de vuelta le sacaría un par de personajes. Yo creo que fue un exceso.

-Igualmente no se si deben quedar afuera…

-Bueno hubo un tipo de la SIDE que yo no nombré… o que nombré poco de la época de Fernando de Santibañes que lo cité dos o tres veces y me mandó a decir por medio de un amigo que un libro de la SIDE donde él haya estado nombrado dos o tres veces no era un libro de la SIDE…quejándose de que no fue nombrado más. Y bueno si, hubo mucha gente que quedó afuera. Por ejemplo hasta el día de hoy me cuestionan que yo no nombré al Comisario Jorge “Fino” Palacios (vinculado a la causa AMIA) quien tuvo un enfrentamiento muy grande con Jaime. Algunos dicen “Ah!, no lo nombraste porque seguro “Fino” te dio mucha información”…No, no lo nombré porque entré a sacar nombres al final porque ya era demasiada cosa…saqué la mitad de los nombres, me quedaron no se…cien. Saqué otros tantos porque me parecía que era inabordable el libro y todavía le podía haber sacado más.

-¿Por qué te decidiste por el periodismo de investigación, en que momento encaras esta temática?

-El caso que marcó por ahora mi breve carrera, fue el caso Cabezas en el año 1997, yo trabajaba en la sección policiales. Me fui a Pinamar, después a Dolores al final estuve todo un año viviendo en Dolores y ese caso adquirió inmediatamente ribetes políticos de todo tipo, incluso la SIDE también estuvo metida ahí…Esta es una historia del libro con la cual me quedó mucha espina. Tenía casi seguridad de lo que había pasado pero al final no lo desarrollé porque se me iba para muy largo.
El caso Cabezas me llevó a la sección política y como que quedé con los casos policiales-políticos, digamos que se fue dando y a fines de 1999 ya entrado el 2000 se creó un equipo de investigación porque La Nación había armado uno y me metieron ahí. Se fue dando, pero el caso Cabezas fue el inicio.

Young publicó un libro en el mes de diciembre de 2008 titulado “Negro contra blanco”, editado por Editorial Planeta sobre la historia de Luis D´Elía. Allí logra retratar a un personaje polémico y complejo el cual ha crecido mucho en estos últimos tiempos.
Surge entonces la pregunta sobre la opinión en torno al rol que juega en el gobierno el piquetero K Luis D´Elía de días agitados en estas últimas semanas y asegura que la historia de D´Elía le parece interesante, “pero su presente lo critico mucho porque la realidad de los pobres no mejoró con los Kirchner, entonces defender a este gobierno como él lo hace es un disparate” apunta el periodista.
“La historia de él es muy interesante, vuelvo a decirlo”explica. “En realidad la historia de todos los movimientos sociales son fantásticas, pero bueno la realidad es que los movimientos sociales tendrían que haberse transformado en otra cosa, no en lo que son hoy”.
“Por eso ocurren cosas insólitas como lo de Milagros Salas que entra con veinte tipos armados a los despachos, ahora el laburo que ella hace es netamente maravilloso”. Y retoma nuevamente a Luis D´Elía. “El no hace ese trabajo por ejemplo, ha hecho poquitas cosas mal hechas pagadas a mucho dinero…digamos que hay muchas organizaciones piqueteras, algunas son buenas y otras no, algunas tienen cosas muy valiosas y otras no”.


-Volviendo un poco a tu trabajo, ¿tenés algún método específico para encarar la investigación?

-En general yo siempre intento agarrarme sobre algún dato objetivo como lo fue con el libro que empecé con estas cuatro causas y de ahí voy sacando ventanas y voy viendo. En general hago eso. También la estadística que te sirve para apoyar una idea o el pedido de acceso a la información que es una herramienta que se usa bastante ahora.

-A nosotros por lo general no nos dan nada…

-A nosotros nos dan bastante, supongo que el diga Clarín, debe influir. Tenés que insistir, a nosotros lo que nos pasa es que nos piden prorrogas, pero en general contestan.
De todos modos nosotros ahora estamos haciendo un trabajo en FOPEA (Foro de Periodismo Argentino), que es una agrupación de periodistas e hicimos un montón de pedidos de accesos y la mayoría las respondieron, no había el sello de Clarín ahí pero tuvimos que insistir.
Por Internet hoy en día hay mucha información pública muy valiosa. Hay que aprender a leer la ejecución presupuestaria, el boletín oficial, buscar boletines oficiales viejos. Esas bases informativas son muy importantes, hay bases de datos sobre personas, cuentas bancarias.
Con D´Elía conseguí por ejemplo los gastos de su tarjeta de crédito…
Siempre es importante tener un sostén documental y después ir a los lugares. Yo lo que descubrí por ejemplo y que puedo hacer porque tenemos más tiempo en esta sección que está compuesta por tres personas es que a los lugares hay que ir por lo menos dos veces. La primera no descubrís nada, la segunda, ves todo distinto. Incluso para entrevistas me impongo ir dos veces y la segunda sale muchísimo mejor siempre, ves las cosas de otro modo. Eso es un buen ejercicio. El factor tiempo es clave, nosotros tenemos tiempo.

- En el libro tratas el caso Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, nos surgió una pregunta ¿Viste el documental “La crisis causó dos nuevas muertes”?

- No lo vi.

-¿Te lo contaron?

-Me lo contaron…en libro está el tema de la SIDE, de cómo se controlaba y de que el Comisario Alfredo Franchiotti era el enlace de la SIDE en Avellaneda.

“Sinceramente no lo vi.” dice Young. Y reconoce que el título del diario no fue el adecuado. “A todos nos pareció un mal título, pero nosotros no lo pusimos”. El encargado de poner ese título fue el Secretario de Redacción del diario de ese momento, Roberto Guareschi.
“No se bien de que se trata el documental…” aclara

-Está el fotógrafo “Pepe” Mateos comentando que él fue quien tomó las fotografías. Muestran como se sabía lo que pasó

-Yo no estoy seguro de que haya sido así, te soy franco. Esa tarde el Gobierno estuvo diciendo que eso fue una guerra entre piqueteros, eso estaba instalado en todos los medios. No te olvides que Luis D´Elía sugirió también lo mismo, con lo cual era lo que circulaba en todos lados, incluso desde los propios movimientos piqueteros.
Esa tarde se trabajaba sobre esa hipótesis, no te olvides que los movimientos piqueteros eran desconocidos todavía como organizaciones sociales. “Pepe” Mateos vino acá, dejó el rollo de fotos y se fue a su casa.
A mí me parece que la intención del título no fue decir que no había sido la policía. Clarín nunca protegió a la policía bonaerense, nunca. Sino que intentó decir no está claro quien lo mató, que fue lo que tendría que haber dicho, entonces era ambiguo para no decir que lo mató la policía o fue una guerra entre piqueteros. Creo, porque yo no estuve ese día, porque fue una decisión de Guareschi. Me parece que hay mala intención en el hecho de decir “se ocultó”. No creo que haya sido así, por lo menos no me consta ni es lo que sospecho. Lo que si digo es que tendrían que haber puesto un poco más de valor y decir “Mataron a dos piqueteros: se sospecha de la policía”. Ese tendría que haber sido el título, pero no creo que hayan querido tirar las fotos, te aseguro que no. Eso nunca se haría y nunca se hizo, digamos que hay una gran distancia entre lo que pudo haber sido un mal título con quizás una intención de no pegarle directamente al Gobierno de Duhalde, a querer ocultar que la cana había matado dos personas. Es muy distinto. No es lo mismo, pasa que es atractivo endemoniar a Clarín.

-Te preguntamos porque nunca tuvimos la posibilidad de hablar con nadie de Clarín.

- Yo ese día estuve acá no estuve en el piquete, pero a la tarde se decía básicamente eso. Después obviamente empezó a circular. La foto acá llego tarde. “Pepe” Mateos dejó las fotos y se fue a su casa y no creo que se haya tomado conciencia de entrada de lo que decía esa foto. Se que cuando apareció la foto, no se como se enteró alguien del Gobierno y llamaron para ver si era verdad que estaba esa foto, no me acuerdo si pidieron ver una copia o algo por el estilo. También creo que TELAM tenía la foto. Además al otro día se dijo que había sido la policía, creo que hay mala leche en el recorte que se hace y en este contexto actual tiene mas que ver con eso que con la realidad. La realidad es que no fue un título adecuado. Pero una cosa es un título no adecuado y otra es querer proteger al Comisario Franchiotti, ¿se entiende? U ocultar un crimen para protegerlo a Duhalde. Digo…las complicidades entre los medios y los poderes políticos no son infinitas, hay momentos de peores relaciones, de mejores relaciones, pero de ahí a querer ocultar el crimen de dos tipos en manos de un comisario loco es un disparate. Sobre todo si Clarín tenía las fotos, nunca Clarín no hubiera publicado las fotos viendo eso, a eso voy.
Además creo que las fotos se publicaron al otro día. Se realizó una infografía con los hechos.


Desde la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, la sanción de la nueva Ley de Medios trajo satisfacción a todos los estudiantes allí nucleados. Esto “supone” la ampliación de un mercado laboral a veces esquivo y el fin de los grandes monopolios entre otras cosas.
Sobre el final de la charla con Gerardo Young surgió una pregunta que era imposible dejar pasar

-Ley de Medios ¿qué crees? Porque hay periodistas de Clarín que no están del todo en contra y dicen que es un pasito…

-En general creo que es una ley bastante inútil, creo que es una ley hecha para arruinarle unos negocios a Clarín. Hay que ver cuantos y como porque no se bien en que va a terminar, pero supongo que van a tener que vender algo de cable. A los diarios no nos afecta, a Internet tampoco con lo cual al futuro no lo afecta. Me parece que afecta sobre todo al negocio del cable, coincido en que había un exceso de poder de Clarín en lo que era la porción de la torta. Se podría haber resuelto sin la ley o con una específica del tema, a mí lo que no me gusta es que hayan hecho una ley general con algunas cosas que son una fantochada descomunal como lo de las radios Wichi. Me parece una vergüenza que usen a los pobres Wichis para hacer una ley así. Y después me parece que hay que ver en la práctica montones de cosas para ver si son reales, me parece que hay cosas que son sanata para conseguir votos en el Congreso y sacar la ley. El 66% de radios públicas me parece un disparate total, porque es insostenible.
Para mí lo único bueno que tiene la ley es la diversidad en el negocio del cable, si es que es rentable. Puede ser una muy buena ley para Alemania donde hay mucha plata, pero no para Argentina. Yo quiero ver si en Santa Cruz hay tres empresas dispuestas a poner negocios de cable…supongo que sí, porque serán tres testaferros de Kirchner, pero en provincias chicas ¿Va a haber tres empresas dispuestas a poner canales de cable? Entonces que ¿no se va a implementar en esos lugares? Bueno por ahí se implementa solo en algunos, lo cual puede ser bueno. Digamos que es una opinión…estoy en contra de estar a favor o en contra. Tengo puntos que me parecen buenos, puntos que me parecen nefastos y puntos que me parecen imposibles de implementar.
Lo que me molesta es esta utilización de las minorías para pegarle al Grupo Clarín, lo hubieran pegado al Grupo directamente y listo. Tenían herramientas, entonces esta manipulación de “que le vamos a dar la radio a los Wichis, a los sordomudos les vamos a poner cartelitos en los noticieros para que puedan leer”, para eso no necesitas una ley. Bueno todas esas cosas me molestan, sobre todo porque es un Gobierno que nunca le dio bola a los Wichis, a los sordomudos y menos a los pobres y que con Clarín se llevaba muy bien.


Entrevista: Evelina Laddaga/ Maximiliano Ucotich
Redacción: Maximiliano Ucotich
Fotos: Evelina Laddaga



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