jueves, 15 de octubre de 2009

“Kill Gil” Charly García

Con entrada en mano para el show del 23 de octubre en Velez donde Charly retorna a los escenarios locales, va esta nota sobre su hasta ahora último trabajo discográfico. La reseña es vieja tiene aproximadamente dos años y sufrió modificaciones lógicas antes de ser subida a este blog.










Acostumbrados a las sátiras de Charly, esta no fue la excepción. Parodiando a la película “Kill Bill” de Quentín Tarantino, “Kill Gil” es el trabajo número 39 del maestro del caos encolumnado una vez más bajo el concepto sónico “Say No More”.
Una de las novedades principales de este trabajo es que Charly derivó la producción en otra persona, algo que no sucedía desde 1978, cuando Billy Bond produjo el primer disco de Serú Girán. Aunque habría que decir que coprodujo con Pedro Aznar el disco “Clics Modernos” (segundo disco solista de Charly) en el año 1983 y que Aznar se cargó toda la producción de “Tango 4” de 1991 (la segunda parte de un proyecto que encararon juntos en 1986) cuando García pasaba por una de sus internaciones.
El encargado en esta oportunidad para producir el nuevo trabajo de Charly García es Andrew Loog Oldham, productor de rock inglés que trabajo con los Rolling Stones y Los Beatles durante los 60, lo que le da un reconocimiento único al estar ligado a dos de las bandas más grandes del rock mundial.
Ahondando ahora sí en lo que es el disco, el mismo se inicia con No importa, donde se escuchan las voces de Radio “Say No More” de la mano de Juan Alberto Badía, donde se anuncia que se descubre la vacuna la contra la debacle mental entre otras cosas que suenan más que irrisorias, para luego dar paso a un rock pesado aunque por momentos sumamente tedioso.
Luego viene In the city that never sleeps, uno de los primeros temas en ingles que canta García e idioma con el cual insistirá a lo largo del trabajo.
Pastillas, es un tema que invita al vuelo y a jugar un poco con la imaginación (“Te voy a dar un colchón, con ruedas y un planeador para que puedas ver toda tu vida desde acá”). La canción está pasada por un tamiz electrónico que puede percibirse básicamente en la batería y los efectos que disparan los teclados. Como al pasar Charly nos tira un mensaje en alusión a su vida quizás (“La gente que nunca duerme es más real”).
Hundiéndose cada vez más en lo electrónico La rehén o la novia (King Kong) es una de las canciones más lindas del disco por melodía y por letra. (“Hey no me mires desde el puente, hey ya volverás a mí. Nuestro amor es diferente, hey ya volverás aquí”) cita la letra en una bella historia de amor. No se sabe a quien va dirigido ese reclamo, si desde la chica hacia el gorila o viceversa.
Como anécdota de este tema se puede rescatar la citada por María Eva Albistur, técnica de sonido de “Kill Gil”. Aunque cueste creerlo, Charly compuso la melodía de este tema dormido. María Eva relató que una noche García llegó al estudio y hechó a todos los que estaban en la sala para poder grabar a solas. El bicolor empezó a tocar un largo rato sin parar y cuando ella lo observa, Charly estaba semidormido, como en un limbo, hasta que se durmió completamente sentado en la silla en donde se encontraba.
Para quienes no lo sepan María Eva Albistur fue la bajista que acompaño a Joaquín Sabina para los shows que dio en el Luna Park y el Gran Rex y luego dio con Charly para la grabación de este disco.
García conoció a esta bajista, luego de la fractura con el técnico de sonido español Marcos Sanz, persona con la cual trabajó en varios discos como “Say No More”, “Influencia” y “Rock and Roll Yo”. Esta mujer fue la encargada de brindar ayuda sonora en este trabajo.
Corazón de Hormigón es un tema que Charly compuso a los 9 años y que tiene la simpleza de ese momento, un tema simpático y efectivo que cuenta con el invitado menos esperado para muchos…Palito Ortega. Aunque suene raro y desconfiado para muchos, Ortega le cedió su estudio amablemente para que Charly grabara su disco, así que su participación en el disco es una pequeña devolución de gentilezas.
Hoy teniendo en cuenta la notable recuperación de Charly, Palito se merece algo más que aplausos por parte de los seguidores de García.
Para la época de la reunión de Serú Girán hay que remontarnos por el año 1992, allí Charly compuso Transformación, aquí nuevamente presente en “Kill Gil”, rebautizada Kill Gil/Transformación apuesta a una versión totalmente renovada y donde lo que plantea no parece perder vigencia a pesar de los años que tiene el tema, (“Y cada vez que el canillita trae noticias del final parece asegurar que solo por amor, nadie vende diarios”). Charly una vez hace una apuesta a su suerte (“No digas que estoy mal, yo la estoy pasando bien, yo se porque”), al escuchar esa estrofa en el disco, uno se pregunta si verdaderamente el músico la estaba pasando bien con su vida repleta de excesos y rozando la decadencia y la verdad es que no hay que ser un genio para saber cual es la respuesta. Y el coqueteo con la muerte una vez más está presente (“Cuando pienso en salir, no me importa morir, no tengo un fin”). Ya sobre el final optimiza algo en su mensaje (“volveré a abrir tu corazón, aunque me desintegre en la transformación”).
Un corazón para colgar y Los fantasmas, son dos candidatos a éxitos dentro del disco. El primero muestra un desorden desde lo musical, voces entremezcladas y a puro grito, entre otras cosas, pese a eso tiene algo que convence cuando se lo escucha. Los fantasmas es un tema que Charly compuso porque su hijo Migue argumentó que al trabajo le faltaba un hit. Opuesto a Un corazón… acá hay un mejor ordenamiento sonoro marcado básicamente por la línea de bajo y los teclados.
Para cerrar el disco, Charly eligió dos covers (en los últimos 20 años algo infaltable en sus discos), el primero es Mirando las ruedas de John Lennon, tema que canta mitad ingles, mitad castellano. Allí podemos ver al mejor García, el que hace excelentes interpretaciones tomando los temas como propios sin que pierdan la esencia, convirtiéndolos a veces en páginas autobiográficas.
El otro es Play with fire de Los Rolling Stones, compuesto por Mick Jagger y Keith Richards. Cantado por Andrew Loog Oldham, Charly sorprende con novedosos arreglos de piano dando muestra de su talento.

El periodista de rock Sergio Marchi, en su libro “No digas nada, una vida de Charly Garcia”, reedición 2007, define el trabajo de García como el mejor disco desde la edición de “Say no more” de 1996 y el más ordenado en cuanto a sonido desde la ópera rock “La hija de la lágrima” de 1994.
Hay varios puntos para rescatar en este disco, el primero es que Charly no apeló a las reversiones de temas en un mismo trabajo como sucedió en discos anteriores, otra es que tampoco abusó de una cantidad excesiva de covers, en esta oportunidad tan solo dos, Play with fire y Mirando las ruedas.
Los temas en inglés es algo con lo cual García insistió a lo largo del disco, In the city that never sleeps, Break it up, Happy and real, Play with fire (Cantada por Oldham) y Mirando las ruedas, mitad en castellano y mitad inglés. Demasiado para un disco, Charly se muestra con una obsesión por este idioma vaya uno a saber porqué. Si la idea era apuntar al mercado extranjero con la edición de este trabajo (tan solo una suposición, teniendo en cuenta el contexto sumamente remota) la mano empezó mal desde el inicio. Alguien (algunos rumores indican que su hijo Migue), terminó subiendo el disco terminado en marzo del 2007 a la Web. En su momento el músico ante la desesperación aseguraba que ese no era el trabajo definitivo, que aún faltaban retoques para verlo finalizado.
La “trampa” de esta nueva obra como dijo Marchi es que Charly usó algunas viejas canciones ya presentadas en trabajos anteriores, la ya citada Transformación, ahora rebautizada Kill Gil/Trasformación, Happy and real compuesto para el disco “Tango 4”, está en la placa y tuvo también su versión en “Influencia”, este es el tema más flojo y a la vez agota que esté otra vez en un disco. En Happy and real García por momentos muestra las falencias de su voz producto de años de excesos, cuando la misma se va de tono y desafina de una manera increíble.
Otra de las reversionadas es Telepáticamente, canción que estuvo en el disco en vivo de Sui Generis “Sí (Detrás de las paredes)”, grabado en el Estadio de Boca Juniors y el Parque Sarmiento.
Al inicio “Kill Gil” no es un disco fácil de digerir, costará por ese caos que propone el concepto sonoro “Say No More”, pero dentro de ese desconcierto hay periodos de ordenamiento musical como puede apreciarse en Pastillas, Mirando las ruedas o La rehén o la novia (King Kong).


Maximiliano Ucotich

3 comentarios:

  1. bla, bla, bla... la música se siente, y este disco sin dudas tiene sentimiento, para musica ordenada a escuchar virtuosos sin alma.

    Gracias charly

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  2. telepaticamente me parece una de las mejores cosas que ha grabado en años

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