martes, 30 de marzo de 2010

Nuevo disco de The Dead Weather





Por estos días se puede escuchar un adelanto del nuevo trabajo discográfico de The Dead Weather, el tema "Dye by the drop", el single de la placa Sea of Cowards que sale a la venta el 11 de mayo. A menos de un año de la publicación Horehound, el super grupo conformado por Jack White (The White Stripes), Allison Mosshart (The Kills), Dean Fertita (Queen of the Stones Age) y Jack Lawrence (Raconteurs), promete seguir con la misma línea musical densa que mostró su primer trabajo. Horehound fue señalado por la prensa especializada como el mejor disco del 2009.


Maximiliano Ucotich

Vuelve Megadeth





La banda liderada por Dave Mustaine se presentará el 28 de abril en el Estadio Luna Park de la mano de su último disco "Endgame". Las entradas se ponen en venta a partir del 31 de marzo para clientes del Banco Francés y arrancan desde los 120 pesos. Para el público general la venta se inicia el 8 de abril.
A diferencia de lo que ha sucedido en la gira por Estados Unidos, se cree que el grupo no interpretará el disco “Rust In Peace” en su totalidad (Placa que cumple 20 años por estos días).

Maximiliano Ucotich

jueves, 25 de marzo de 2010

Me siento mucho mejor

Charly García retornó al Luna Park (escenario que conoce muy bien) y dio el mejor concierto desde su gira de regreso que está en la última etapa. Hubo invitados de lujo, clásicos y hasta el estreno de un tema nuevo.


Miércoles 17 de marzo, 18 horas me apresto a salir de casa para ver una vez más a García en acción y nuevamente sucede lo mismo: ¡¡¡la lluvia!!!. El mismo condimento que dio un toque mágico en la noche de Vélez el 23 de octubre de 2009 y que nos mojó hasta los huesos (poco importó dado el evento en cuestión). Esta vez no importaba, Charly se presentaba en el Luna Park y por suerte el templo del box ¡es techado!.

A las 21hs ingresando al estadio, la lluvia se hacía sentir y mucho; las calles estaban inundadas y la gente en pose “bailarín de ballet”, hacía lo imposible para saltar desde el cordón hasta un lugar en la calle en la cual no corriera el agua. Los paraguas estaban presentes por doquier mientras los vendedores ofrecían su mercancía “Say no More”.
Una vez adentro, la idea fue rondar varios minutos por el sector de butacas para poder ubicarnos bien. Eran las 21.15hs y los mejores lugares en teoría ya estaban ocupados. Hurgando bastante, hallamos un sector que por suerte estaba vacío. Mediante charlas cordiales con algunos asistentes al concierto, pudimos conseguir nuestro objetivo y la ubicación conseguida fue realmente excelente si tenemos en cuenta la hora.
Cuarenta minutos después finalizó el ingreso de gente, todos estaban apostados en sus lugares a la expectativa de lo que depararía un nuevo show de Charly en Capital.
El escenario estaba cubierto por telas blancas en los laterales y una inmensa de frente que lo tapaba en su totalidad, no podía visualizarse nada de lo que pasara detrás de las mismas. A las 22.15 el misterio llegó a su fin, las luces se apagaron y comenzó a sonar Operación densa y tras las telas se vieron las primeras animaciones de la noche, figuras que iban a contraluz de un lado a otro y que abruptamente se cortaron; las telas desaparecieran por arriba del tablado y los músicos que en escena vestidos de astronautas, segundos después los mismos fueron desechados y empezó a sonar Demoliendo hoteles, inmediatamente apareció Charly y gritó: “Buenas noches, ¡!Say no More!!” y desató el delirio de la gente.
Le siguió Promesas sobre el bidet y Rap del exilio donde García ensayó unos pases de baile y tiró la primera humorada de la noche al citar las primeras palabras del tema: “Tuve un amor en Paraguay, una flor que se quemó mal (¡¡¡¡Está hablando del faso!!!!)”, haciendo referencia al esketch de Diego Capusotto sobre sus metáforas de la marihuana. Siguiendo en esa línea comparativa de personajes de Capusotto, Pomelo hubiera encajado perfectamente tiempo atrás en el mundo García. A lo largo de los últimos tiempos Charly se mostraba como una persona incoherente, carente de sentido, confuso, creyéndose LA estrella de rock & roll pero en realidad rozando la decadencia. El escándalo ganaba peso y dejaba de lado lo estrictamente musical. Eso mismo refleja Pomelo, del cual todos reímos por sus payadas. Hoy esos fantasmas están en un pasado por suerte lejano y Charly brilla nuevamente en los grandes escenarios. Poco a poco recupera el status de un músico que escribió (junto a Spinetta, Pappo y otros) las más grandes páginas de nuestro rock.
“¡Se viene la revolución!” gritó y sonó Cerca de la revolución, donde la cada-vez-suena-mejor guitarra del Negro García López, brilló con un esplendido fraseo.

Muchos elementos para la puesta en escena del show en Vélez Sarsfield no pudieron ser utilizados debido al temporal que azotó la noche del show, aquí en el Luna Park algo de esa parafernalia pudo llevarse a cabo. Había llegado la hora de No soy un extraño y Charly se sentó sobre una tarima que se elevó por el techo del Luna Park. Una vez más decidió deformar la letra, al ya conocido “conozco esta ciudad”, lo reemplazo por “conozco el Luna Park”; y vaya si tiene razón. El músico es harto conocedor de ese estadio. De la mano de Sui Generis en 1975 colmó dos funciones en la despedida del dúo (convirtiéndose en el primer grupo de rock en llenar dicho lugar). Tiempo después en 1977, el recital con amigos que quedó registrado en el disco Música del alma, marcó otro hito en su historia. El dinero allí recaudado fue utilizado por el músico para viajar a Brasil y tiempo después crear Serú Girán. Como solista también se despachó con grandes actuaciones de la mano de Clics modernos (de 1983) y Piano bar (de 1985).
Para descomprimir un poco el inicio festivo del show llegó una canción que erizó la piel de los presentes Filosofía barata y zapatos de goma, del disco homónimo, con la voz de Hilda Lizarazu elevándose a límites insospechados. En ese mismo orden siguió No te animas a despegar.
“A los que me quieren ver muerto que se vayan a la concha de su madre” (sic), dijo Charly antes de presentar un tema nuevo. “Tan nuevo que no se me la letra”, confesó. La medicina, mostró el Hammond del Zorrito Quintiero como valuarte principal de la mano de un buen soul.
Tras una potente Fanky, Charly se alejó de sus teclados y frente al micrófono tiró “Vamos a presentar al primer invitado de la noche, a un gran amigo” y entonces salió a escena León Gieco. Gran ovación para el músico que supo recorrer el país de Ushuaia a La Quiaca. Juntos hicieron Los salieris de Charly y ante cada entonación del estribillo “Somos del grupo los salieris de Charly y le robamos melodías a él”, un Charly con tono humorístico se preguntaba. “¿a mí?”. León se disponía a dejar el escenario pero la gente reclamó una canción más. “Bueno, este tema va fuera de lista y sepan que cuando fue hecho muchos de ustedes ni siquiera habían nacido” y sonó El fantasma de Canterville. Como si fuera un músico de los más ignotos, León Gieco se fue del escenario tocando su armónica bien bajito con cálidos aplausos y una ovación.
El amor espera y Rezo por vos (todos esperando la presencia de Spinetta una vez más como en Vélez) fueron los temas que sirvieron para desembocar en Yendo de la cama al living y Charly aprovechara para presentar a toda su banda, con especial énfasis en los músicos chilenos quienes están viviendo una situación difícil debido al terremoto y las constantes réplicas que han afectado al país.
El estadio se puso al mango cuando sonó Nos siguen pegando abajo. Luego vino la casi autobiográfica Influencia y Charly se despachó con una versión de Llorando en el espejo de Serú Girán.
Una mágica interpretación de Pasajera en trance mostró dos chicas paseando en arneses en las alturas del estadio. Minutos después sonaron Raros peinados nuevos y el clásico Me siento mucho mejor que levantó a todo el estadio. Luego vino Tu vicio y Charly presentó “un tema de cuando era moderno” y sonó Nuevos trapos (Correspondiente a Clics modernos). Del mismo disco, hizo Estoy verde y después No voy en tren. En este tema sucedió lo mismo que en Vélez, las luces del estadio se coraton abruptamente junto con la música y la gente coreó el estribillo durante minutos.
Los músicos salieron a escena después de ese intervalo para una falsa despedida, dos minutos después nuevamente estaban en escena para hacer Deberías saber porque.
Cuando creíamos que ese otro invitado jamás llegaría Charly dijo “Voy a presentar a un colega, no voy a decir amigo, pero si un gran colega” y salió nada más ni nada menos que Pedro Aznar. Abrazo emotivo entre ambos, el espíritu de Serú Girán revivió por algunos minutos cuando hicieron Perro Andaluz, que mostró el talento del bajista. La gente reclamó otra canción más entre ambos Serú pero la lista del show debía seguir su curso, No se va a llamar mi amor fue lo que siguió y sin esperarlo Pedro Aznar retornó nuevamente al escenario. Hicieron un tema “sin ensayo” según palabras de los músicos ante la incertidumbre de la gente y los primeros acordes Seminare, desataron el delirio de todos los presentes.
Para el final del show, la potencia de Rock and Roll yo desató el pogo en todo el estadio y Charly se escudó detrás de sus dos guitarristas Kiuje Hayashida y el Negro García López mostrándolos como sus “ases de espada”.
Estaba claro que no había más tras ese tema, las luces del estadio se encendieron lentamente y todos los músicos se arrimaron al borde del escenario para saludar al público.

Say No More cumplió una vez más; se vio una banda cada vez más comprometida y un Charly con mayor tracción sobre el escenario. Mejoró su voz en comparación a Vélez y la interacción con el público fue aún mayor.

Queda una última fecha en el templo del box y será el 3 de abril. Luego el bicolor parte de gira hacia Israel y otras partes del mundo.
¿La próxima fecha en Buenos Aires? Uno quiere creer que será en octubre cuando el músico festeje su cumpleaños número 59.

Que así sea.


Maximiliano Ucotich