viernes, 14 de agosto de 2009

Beck “Sea change”


Luego de eléctrico y hitero “Midnite vultures” de 1999, Beck se tomó tres año y medio para editar nuevo material, la respuesta ante tanta espera fue el acústico “Sea change” del 2002. Este disco constituye para mí un “cable a tierra” ideal para descomprimir momentos de tensiones (por algo dependiendo de mis momentos lo escucho tres o cuatro veces por semana) y terminó siendo unos de mis discos preferidos en los últimos tiempos.
“Sea Change” nos sumerge en mar sonoro que nos lleva a sitios de relajación total (cuando hablamos de sumergirnos en un mar vemos que “sea” significa, mar u ola grande) donde el sonido sorprende por la pureza que tiene.
Una guitarra levemente rasgada sirve como apertura para The golden age, el primer tema de la placa para que luego se acople el resto de la banda. Para destacar es el efecto de rever (o cámara, llámenlo como gusten) que muestra la voz, dando un efecto de lleno total a la canción.
Igual suerte corre Paper tiger, un poco más denso a nivel musical que el tema inicial con el agregado de cuerdas tomando un protagonismo fuerte.
A partir de este estilo musical anclado en lo acústico, puede notarse que hay más espacio para que algunos instrumentos se luzcan mejor, el piano es un ejemplo de ello cuando oímos la hermosa Guess I’m doing fine.
Lenesome tears es otro tema de la placa donde las cuerdas tienen un vital protagonismo, particularmente el momento fuerte de la canción siempre hablando de lo musical se halla en el estribillo (“Hould could this love, ever turning, never turn it’s eye on me…”).
Lost cause (más allá de estar referido a una ruptura con su pareja) transmite algo de simpatía desde lo musical, pero también hay que prestar atención Little one, canción donde los teclados juegan otra vez un rol importante. Little one comienza con una guitarra acompañando a Beck para luego sumarse toda la banda y muestra momentos de intensidad una vez más en los estribillos.
Round the bend se exhibe lejos como la canción más seria de la placa en el sentido estrictamente melódico. El tema solo está acompañado por cuerdas y una guitarra lo queda una sensación de depresión a nivel musical.

“Sea Change” es un disco que me atrapó de entrada, a través del mismo me sorprendí hallando una veta de Beck que prácticamente desconocía hasta ese momento. Las canciones transmiten momentos de suma paz, conformando un trabajo hermoso por donde se lo mire (escuche).
Quizás en su disco anterior “Midnite vultures”, al escuchar la canción Beatiful way, Beck nos estaba brindando un anticipo del nuevo sonido que acompañaría su próxima placa.
Para quien nunca haya escuchado nada de Beck empezar por esta placa no estará mal. Hay muy buenos momentos, la apertura con The golden age, Paper tiger, Guess I’m doing fine, Lost cause y Little one se encolumnarían como puntos fuertes del disco.
Pero si eso del sonido acústico que acompaña a todo el trabajo no los convence mucho, como consejo lo ideal sería que empiecen por su primera placa “Mellow gold” que contiene el clásico Loser o por el ya citado “Midnite vultures”, que posee temas más que bailables y momentos de hip-hop entre otras cosas, para luego si, sumergirse en este “Sea change” que no defraudará.

Maximiliano Ucotich

Flopa Manza Minimal “Flopa Manza Minimal”


Flopa Manza Minimal fue un efímero proyecto musical gestado en el año 2002 y que finalizó durante el 2004. El mismo reunió a Florencia Flopa Lestani, ex bajista de Mata Violeta, (grupo liderado por Erica García a inicios de los ‘90). Mariano Manza Essain, ex cantante del grupo Menos que Cero y a Ariel Minimal ex integrante de Los Fabulosos Cadillacs, actualmente líder de Pez.
El trío se forma de manera casual, Manza y Minimal (que habían sido compañeros en el grupo Martes Menta) se reúnen con Flopa para interpretar a tres voces el tema Sonajeros, perteneciente a Flopa. Durante ese 2002, más precisamente en el mes de octubre, el poeta Vicente Luy, se acerca a dialogar con ellos y les ofrece financiar el disco para plasmar su proyecto en estudios.
Fue así que durante enero del 2003 en los estudios TNT registraron las canciones que componen la placa: cuatro de Flopa, cuatro de Manza y cuatro de Minimal. Como resultado de esto tenemos doce canciones que se mueven netamente por lo acústico, salvo excepciones.
Los días por llegar es la apertura de la placa, allí sobre unas guitarras, Flopa despliega su voz con nostalgia y sufrimiento (“Todo el viento no alcanzará para empujar la carreta de los días por llegar, a destino a destiempo vas a llorar las visiones recogidas en el mar”), dice la letra y allí vemos la primera alusión al mar que será casi una constante en las primeras canciones el disco, como también el viento.
La voz del tiempo es el segundo de la lista y aquí hallamos otra mención al mar (“Extraño el sonido del mar, en cada ola una explosión”), para luego mostrar algo de paranoia (“Soñando estrellas por la mañana y por la noche esperando el sol y no hay calma, mi alma no descansa nunca”). El viento también es protagonista una vez más y parece querer arrasar con todo (“El viento sabe a tu nombre y se está llevando esta canción, lo que ya nunca podrá sacarme es la emoción”).
Luego de dos temas acústicos un poco más arriba viene Trampas, (“Podría correr, podría olvidarte ¿qué otra cosa pues he hecho en años?, como si no me importara más”) Minimal trata de dejar a alguien en el olvido y lo sentencia (“No hizo falta más solo el tiempo”).
El almaherida muestra un poco de resignación y sufrimiento (“No queda nada en que creer ni nada que crear”), Flopa muestra como a lo largo de toda la placa una voz que particularmente por la melancolía que posee me encanta. Para el final dice una frase que nos deja pensado pero a la vez resulta fenomenal (“…y así olvidarnos que la muerte espera al fin y el tiempo es lo único que corre en contra de mí”). Es recomendable prestar atención a este tema.
La canción más rockera y que pasa por un leve filtro punk es Cruzando el ancho mar, (“Soñar es gran acción, descansa la razón”) dice Minimal, entrelazando los sueños con sus muertos para liquidar temores (“Veo a mis muertos que me dicen lo que va a pasar, me dicen que esta bien, que ya no tema más, que lo después es de verdad”).
Los muertos de Cruzando el ancho mar, podrían estar vinculados al cementerio que se menciona en la primera estrofa de Zigzag (“Calles desvaneciendo en zigzag por atrás del cementerio, esperando despertar”). Hay una temática en la letra que podría vincularse (esto es una interpretación mía y es probable que esté errado) a la noche y lo que ésta genera (“El silencio tan incierto altera el fluir del tiempo”) y que luego uno se entregue a la misma (“Viajando hacia el fondo de la noche con los huesos hartos de esperar”).
Dejadez es un punto alto del disco. Manza cree que es bueno ver a la chica por la cual sufre (“Es bueno verte de nuevo de vez en vez o al menos quiero creer”), pero al parecer la cosa no es como él cree (“Ella envió de regreso mis cartas, mi orgullo, mi estupidez. Ella olvidó mis promesas el día después tal vez por suerte tal vez”) pese a todo se muestra dudoso de la situación asegurando que las mismas dudas piensan en volver y define su panorama (“Sigo preso de mi dejadez”).
Debajo del álbum blanco, podría decirse que fue el hit de esta placa, muchas veces escuché el tema por radio y no jamás pude averiguar quién lo interpretaba. Grata fue la sorpresa al conseguir el disco y encontrarme con esta canción. La letra hace mención a las cosas que nos toca vivir y optar que hacer ante ellas (“Sabremos digerir nuestra suerte o adulcerarla”) y Flopa reclama por sentirse desplazada por esa suerte que le toca (“Ni gracia me hace saber que en tu lista estoy debajo del álbum blanco”).
Abrazo impacto, al ser el tema más largo del disco (casi siete minutos), permite un cuelgue instrumental con un órgano y guitarra que queda bárbaro. Se está ante la espera de algo con el caer de la noche (“Dejen que baje la noche y nos derrumbe, alistando los brazos para el abrazo impacto. Agarrensé de sus madres como chicos, un haz en línea recta que atraviesa el pecho”).
La despedida del disco llega casualmente con Bye bye (creo que también ya lo escuché), la letra dice una gran verdad (“No hay mentira sino hay verdad, no hay salida sin escapar”), como sugerencia Minimal propone (“Quema todo eso y bye bye”).

“Flopa Manza Minimal” fue señalado por muchos críticos de rock como disco del año en el 2003 y no estuvieron errados en lo más mínimo. Los días por llegar, Trampas, El almaherida, Dejadez y Debajo del álbum blanco, se muestran como los mejores temas de un disco que fue grabado casi por hobbie.
El trío se presentó de manera ocasional un par de veces durante ese 2003 y se separó al año siguiente por una pelea entre Manza y Minimal.
EN el 2007 se llevó a cabo una pequeña reunión en un show brindado por Minimal en donde subieron al escenario como invitados Flopa y Manza para interpretar algunas canciones del disco.
Tiempo después Minimal aseguró que está tratando de convencerlos para grabar un nuevo material, el tiempo pasa y hasta el momento la respuesta se hace esperar.

Maximiliano Ucotich

La Franela "Después de ver"



A un año de haber abandonado Los Piojos, Daniel “Piti” Fernández editó el pasado 6 de agosto, el primer disco de su nueva banda. El guitarrista y ahora cantante despliega a los largo de diez temas una variedad de ritmos que en algún punto se vinculan de manera inevitable a la banda que lo vio nacer.

Cuando Piti abandonó Los Piojos a mediados de julio del 2008, a los pocos días conocimos el nombre de su “nueva” banda (que a esa altura ya llevaba dos años tocando en forma informal y nunca fue publicitada por respeto a Los Piojos): La Franela. Charlando con un amigo dudamos del nombre con que había bautizado su grupo y pensamos en un “rollingueada mal”. No hubo otra definición.
Por suerte esa “rollingueada mal” de la cual suponíamos fue tan solo eso: una suposición, La Franela presenta en “Después de ver” una amplia variedad musical que en algunos puntos remite a Los Piojos.
En referencia al nombre del disco, Fernández en algún momento tiró esa frase como una reflexión de su paso por Los Piojos. Viajó por todo el país, vio los estadios, vio gente pidiendo autógrafos. Después de ver todo eso, ve esto que es nuevo. Claramente lo define como un volver a empezar.
La placa abre con Llega el tren, un tema con sabor a clásico que refleja esas historias que tan bien narraron Los Piojos durante los ’90. La canción ya es conocida por gran parte del público piojoso dado que fue estrenada durante los shows del 22 y 23 de diciembre del 2005 en Boca Juniors que ofreció el grupo de El Palomar.
Luego sigue Lo que me mata corte de difusión del disco. La guitarra sonando como una especie de flamenco es la apertura para una melodía alegre que asegurará un pogo, sin embargo la letra no coincide con esa alegría, al contrario es una canción triste, el estribillo muy pegadizo por cierto lo refleja (“Lo que me mata de esta soledad es esperarte y que no vuelvas más”). No hay nada más feo que la soledad, pero acá la banda encuentra el método adecuado para hacer que esto no parezca así. (“…Amanece helado mi corazón, no puedo mentirle más, nunca más vendrás”), cierra la letra Piti.
Magia es el tema preferido del cantante franelero (“Haceme desaparecer gritó León y a las sierras se fue, el cielo escuchó y apagó toda esa sed y él ahora está bien, historias de magia, de brujos que dicen…”), un reggae que posee alguna deuda con Extraña soledad, tema que compuso para Los Piojos.
El cuarto tema es con invitado, Pasarás cuenta con la presencia de Germán Daffunchio, líder de Las Pelotas. La música compuesta por Fernández y Daffunchio no desentonaría en un disco de Las Pelotas, incluso en los pianos que toca “Chuky” de Ipola, puede notarse ese condimento pelotero.
Calor y dolor es un rockito con leve tinte booggie que invita a mover los pies. Allí Piti dispara contra los que destruyen el medioambiente (“Se están formando algunas nubes parece que va a llover, no llego a ponerme el abrigo, ¿Qué las hacen desaparecer?, son productores…montados en aviones nos van a matar de sed”). La base generada por batería y bajo dan ese condimento de booggie que completan los teclados que se destacan de manera notable en la mitad de la canción. La bronca que muestra Piti no finaliza, aún queda más (“Suena una bomba, suenan dos bombas, suenan tres bombas y el sol es el que siempre gana”). ¿Civilización recargado? puede ser…
De la mano del reggae llega Después de ver. (“Después de ver que no hay opción en la TV. desmayás o mejor salís a ver, recién llegado estas y en ese bar esperarás poder volverla a ver”). Este es el tema que da nombre a la placa y cuenta con la participación de José de Diego, la otra voz de La Franela que se desempeña muy bien.
El momento romántico está presente de la mano de Hielo, allí la banda deja del lado el rock y el reggae que venía mostrando y se la juega con una canción sensible que no desentona. Durante el primer minuto Piti es acompañado tan solo por un piano (“Lo triste que hay en tus ojos, pesadas lágrimas de amor, quisiera yo congelarlas hacer hielo tu dolor”), para luego ensamblarse el resto de la banda, con una melodía muy pop en donde la guitarra está latente en un amague para poder “explotar”. Quizás haya un exceso de copas en algunas letras de Piti (Bicho de ciudad decía “respiro hondo y tomo el vino”) y esta que estamos citando no es la excepción (“Y revolver y enloquecer, tu tristeza me voy a beber y en este amor destilarás pasión”). Muy bien por La Franela por mostrarse con un tema así.
Otro rock que llega con Del otro lado del mar. Una chica es evidente protagonista de esta historia (“…sos la melodía que voy a bailar, si me sumerjo en tus ojos de mar quizás un viaje pueda ser. Te fuiste tan lejos a vivir a Europa, no pude hacer nada del otro lado del mar”). Pero hay más, Piti se anima a hacer a rapear su voz al final de la canción decidido ahora si a buscar a esa chica (“Te voy a buscar del otro lado del mar aunque tenga que nadar, yo ya no puedo volver y hay más, ojalá te encuentre sola”).
Todos lo vientos es un tema que Fernández dedica a sus abuelos y a todos los amores que separa la guerra. Sin dudas es otra de las canciones tristes del disco, que tiene sabor a clásico (“Te miro mientras sale el tren sintiendo que no te voy a ver más, me saludás, sabés que me matás sintiendo que no me vas a ver más”). Los teclados otra vez toman protagonismo y le dan un lleno a la canción que completa esa melancolía a la que se hace mención (“No puedo verte en la estación y tus ojos saben que, todos lo vientos soplan hoy”). La canción llega de verdad si uno la escucha atentamente y es una de las más logradas de la placa.
El final llega con una especie de cumbia Akanakena, quizás el tema más flojo del trabajo, allí se habla de la esquina y la policía que quiere echarlos de la misma. Pero hay una frase para rescatar en la cual Piti parece hablarle a quienes escuchan su disco (“Crédito no tengo, pero nunca te mentí”). ¿Más claro? imposible.

Al hablar del debut discográfico de La Franela no se puede obviar el paso de Piti por Los Piojos, banda que fundó y en la cual estuvo 19 años.
Las heridas del ahora cantante siguen sangrando, hace días declaró que fue invitado al show despedida de la banda de El Palomar faltando nada más que tres horas para que se inicie el mismo, por lo cual se negó rotundamente dado que jamás consultaron sus tiempos y tantas otras cuestiones.
De todas formas yo creo que esa participación hubiera sido una cosa muy forzada de haberse dado, Piti sigue disparando hoy en día dardos contra Andrés Ciro acusándolo de poseer un gran ego e individualismo. Por los comentarios que corren, Fernández no está errado en lo más mínimo, por algo abandonó Los Piojos y su amigo Tavo Kupinsky (a quien se agradece en el CD) a inicios de este año tenía pensado seguir sus mismos pasos, lo cual derivó en la separación del grupo en el mes de mayo.
Que Piti se haya jugado de esa manera para apostar a su proyecto empezando de casi cero es algo valorable.
La Franela es una banda que suena ajustada, pero que tiene algunas cosas para mejorar todavía. Una de ellas es la voz de su cantante (y estoy siendo objetivo, que hoy me vuelque a esta banda no implica que haya que endiosarlos, al contrario). Por momentos Piti no encuentra el mejor rumbo para su voz, uno podría hacer la vista gorda y obviar esta cuestión si tenemos en cuenta los cantantes que hoy tenemos dentro del rock. Es de suponer que en los próximos discos mejorará esas falencias. Por el contrario José de Diego haciéndose cargo de las voces en Después de ver es quién mejor se desempeña en ese rol al menos en esta única canción que registró.
Con este debut dio el primer paso y fue bastante firme, el trabajo posee temas que tienen destino inevitable de clásicos Llega el tren, Magia, Hielo y Todos los vientos, podrán ser coreadas en breve.
“Constantemente la vida es volver a empezar” dice la canción que titula el trabajo y vaya si en esa frase Piti tiene razón.

Maximiliano Ucotich

Ciclo de Jazz en La PLata


Para los que quieran escuchar algo distinto en la ciudad es recomendable acercarse a esta propuesta que se lleva a cabo en la Agregación Médica Platense todos los jueves a las 20hs.

El jueves 13 de abril se dio el puntapié inicial de un ciclo de Jazz que contó con la presencia de Patricio Carpossi Quinteto. (Ex guitarrista de Fito Páez y Luis Alberto Spinetta) El mismo se llevará a cabo todos los jueves a las 20hs hasta el 17 de diciembre en la Agregación Médica Platense ubicada en 6 e/ 55 y 56.
En una charla con los organizadores del evento Luis Mauregui y Romina Rodríguez Storchi contaron como nació la idea de este ciclo: “La idea surge con que nosotros habíamos tocado un par de veces en este lugar y pensamos en armar una movida para darle un espacio a este género. Si bien hay algunos bares, en los cuales hay que pagar para tocar, charlando con la gente de la Agremiación surgió la posibilidad de armar este ciclo”.
EL ciclo viene con una organización importante, desde hace cuatro meses los organizadores iniciaron la convocatoria que no sólo incluye a músicos de la ciudad y de Capital sino que logró atraer a músicos del interior del país y del exterior.
La propuesta a ofrecer se basa en el Jazz contemporáneo y moderno, pero con la presencia de Ricardo Nolé el jueves 27, “se mostrará algo más fuera del jazz” dijo Storchi, dado que este músico muestra una fusión de jazz con candombe más que interesante.
La convocatoria fue llevada a cabo por diarios, mails y “hasta por Facebook” confesó entre risas Luis Mauregui. En torno a esto la respuesta de los músicos fue muy positiva. El ciclo finaliza el 17 de diciembre y completaron la grilla en casi una semana.
Las entradas para presenciar los shows tienen un valor de 15 pesos, cabe recordar que la siguiente fecha en la cual tocará Martín Messineo Trío se llevará a cabo el viernes 21 de agosto y no el jueves como sucederá de ahí en más hasta la finalización del ciclo.
Una propuesta más que interesante para los que buscan algo distinto en la ciudad. Por lo pronto este viernes 21 yo me acerco para ver a Martín Messineo Trío, el tenga ganas de acercarse avisa y caemos allá.


Para más información visitar el blog del ciclo

http://www.ciclojazzlaplata.blogspot.com/


Maximiliano Ucotich

Seru Girán "La grasa de las capitales"


El mes pasado se cumplieron 30 años de este disco clave en la historia de nuestro rock. Las canciones, los arreglos musicales y la memorable tapa ideada por Charly García.

Conseguí “La grasa…” hace dos años mas o menos y confirmé lo que venía pensando desde hacia tiempo, las bandas nacionales no tienen nada que envidiarle a las extranjera. Cuando escuchamos Seru, Almendra y tantos otros grupos sabemos el porqué de esto. Oscar Moro en batería, Pedro Aznar en bajo, David Lebón en guitarras y Charly García en teclados constituyeron un verdadero dream-team para la época.
Luego de tantas alabanzas es hora de hablar del disco que corresponde. “La grasa de las capitales” es el segundo disco de Seru, editado en 1979 y marcó el despegue de la banda luego de un álbum debut dudoso “Seru Girán” del año 1978 que mostró resistencia del público y de sectores de la prensa. A partir de esto la banda debía barajar y dar de nuevo ante la respuesta negativa que había recibido.
La primera decisión fue dejar completamente de lado los arreglos orquestales que caracterizaron ese primer trabajo e ir por algo más simple (hasta cierto punto).
La grasa de las capitales es el primer tema del disco, los Seru empiezan cantando (“¿Qué importan ya tus ideales, que importa tu canción? La grasa de las capitales, cubre tu corazón”) A medida que escuchamos el tema descubrimos complejas armonías, constantes cambios de ritmos que llevan la canción a sitios inimaginables por la potencia que muestra. Como dije anteriormente el disco se editó en 1979, pero la estrofa que citan los Seru, no pierde vigencia con el tiempo, es más Charly sin quererlo hizo futurología (“…No transes más, con la cantina, con la cantora, con la televisión gastadora, con esas chicas bien decoradas, con esas viejas todas quemadas, gente re-vista, gente careta, ¡la grasa inunda cual fugazeta”!). Lo primero que me impresiono al instante de esta letra fue eso: la vigencia que mantuvo en el tiempo, parecía escrita hace minutos nada más. Yo la escuchaba y no podía creerlo. Tinelli, Susana, Mirtha Legrand, los programas de espectáculos y gran parte de la TV. de hoy encajan a la perfección en esta letra, creer o reventar.
“San Francisco y el lobo” es un tema netamente acústico en el cual David Lebón se hace cargo de la voz. El personaje principal es el lobo y la historia está narrada desde la visión del mismo.
Perro Andaluz, podría ser interpretado como un tema de amor (“Soy un tonto en seguirte como un perro Andaluz, pero mi amor se acabará alguno de estos días”). Pero si leemos las declaraciones que Charly García hizo en exclusiva para la revista La Mano (N° 64) en la cual habla sobre los 30 años de este disco, veremos que hay algo más. “La canción no tiene destinataria, es un tema sobre la hipocresía”, dice el bicolor. Para rematarla García confesó a la misma revista que jamás vio esa película “solo me gustó el título” dijo. La hipocresía que cita Charly queda sentenciada de la siguiente manera (“Te encanta caretear, ser aceptada donde te odian más”). Si nos volcamos a lo instrumental es para destacar el arreglo instrumental en ciertos pasajes de la canción, pero sobre todo hay que prestar atención al trabajo realizado por Pedro Aznar en el bajo: excelente.
El cuarto tema es Frecuencia modulada un tema que habla sobre las FM que empezaban a emerger en ese momento y pasaban música netamente comercial. Sobre el minuto 2.10 de la canción el solo de David Lebón realizado con guitarra acústica merece su atención. La letra es bien clarita, sin rodeos (“Si en la música que escuchas ya no hay vida, si la letra ya no tiene inspiración, si aunque el volumen ya no hay fuerzas, son los tiempos que están huecos de emoción”). Todo dicho, que pase el que sigue.
Un momento netamente comprometedor en el disco es Viernes 3 AM, donde la muerte es protagonista. La letra habla de alguien que hizo todo por seguir y no aguantó (“Los que no pueden más se van”). Luego de haber cambiado de música, de ideas, de sexo y de Dios esta persona no encuentra solución y el final es inminente (“Y llevas el caño a tu sien apretando bien las muelas y cierras los ojos y ves todo el mar en primavera. Bang!, Bang! Bang!”). El tema de la muerte es algo que ha estado presente en muchas canciones de Charly, como así también el condimento de la sangre, que aparece en muchas formas, un de ellas se ve en Vampiro (uno de los mejores temas de Charly) de su proyecto Tango 4..
La oscuridad musical está presente en Noche de perros. La letra es también densa y plantea la soledad en una noche oscura de las cuáles abundaron (y abundan) por aquella época. (“No estás solo si que sabés que muy solo estás, no estás ciego si no ves donde no hay nada”). Este último tramo de la canción podría tener vinculación con Paranoia y soledad, ya veremos porqué.
Un piano con un arreglo netamente tanguero sirve de apertura para Los sobrevivientes. La letra puede vincularse a los que huyen por culpa del proceso militar (“…Estamos hartos de huir en la ciudad. Nunca tendremos raíz, nunca tendremos hogar y sin embargo ya vez, somos de acá”). Hay un párrafo también para el sufrimiento (“Yo siempre te he llevado bajo mi bufanda azul por las calles como Cristo a la cruz”).
Pedro Aznar no llegaba a los 20 años en 1979 y el talento que poseía lo ubicaba a la altura de Lebón y García a la hora de componer. El tema Paranoia y soledad fue el debut como compositor del bajista. En la revista La Mano (n° 64) Aznar declaró que García le abrió las puertas para que él exhibiera su material por distinto que fuera a lo que mostraba Seru. “Fue un gesto muy generoso de su parte, por el cual le voy a estar agradecido siempre”, reconoció a la revista.
Yendo a la canción en si, Paranoia y soledad no es un tema fácil, primero por ser el más largo del disco (6’46”), segundo porque Aznar recién empieza a mostrar su voz promediando casi los tres minutos de canción y encima es bastante enroscada. (“Cuanto tiempo más de paranoia y soledad, despertar así es como herirse con la propia destrucción”), allí podríamos ver la similitud con Noche de perros y su mención a la soledad que se vincula a la desesperación. Pero Aznar sigue (“Que es lo que hay que hacer, para evitar enloquecer, no pensar que se es o que se ha sido y no volverlo a pensar jamás”). La música acompaña de manera opresiva a la letra.
Para el final Canción de Hollywood, allí Charly retrata con fina pluma lo que sería el final de una estrella de Hollywood y muestra que el lugar todos creemos conocer (a la distancia obviamente) se muestra tan solo en películas (“…el cielo es tan azul pintado, la ciudad un decorado, vidrio, cartón y aserrín”).
Nueve temas sirven para mostrar el talento de estos cuatro músicos y afirmar lo dicho al inicio de esta nota, las bandas argentinas (sobre todo las de los ’70) no tienen nada que envidiarle a las extranjeras. Es más cuando escucho estos grupos me pongo orgulloso de que sean de acá.
En este trabajo mostraron un panorama político que pintaba más que negro, estábamos en 1979 y todavía quedaba mucha sangre por derramar. La vigencia de algunas de sus canciones hace que 30 años después sigamos hablando de ellas.


La historia de la tapa

Como ya sabemos, el álbum debut de Seru Girán no fue bien recibido por el público y la prensa. Para colmo en su debut en el festival de la Genética Humana en el año 1978, participaron diversos grupos y Seru (que era el grupo que la gente había ido a ver) cerró la noche tocando tan solo tres temas.
Un tiempo después vino la presentación del disco debut en Obras
donde la gente no entendió el mensaje que mostró la banda y se mantuvo indiferente el resto de la noche. El grupo había puesto en escena una orquesta y varios elementos más que no convencieron a los presentes, el año que se avecinaba se mostraba complicado, sobre todo por la crítica de la prensa.
Entre tantos “castigos” recibidos hubo una nota realizada por el periodista de rock Pipo Lernoud, quién hizo mención al show en Obras diciendo que en el escenario estaban “los dobles de Seru Girán”. “Es increíble lo bien hechas que están las máscaras -decía Lernoud en su nota- los ojos de Charly no brillan”. Lernoud planteaba que la banda había enviado a sus dobles a tocar, mientras los originales se paseaban por las playas de Brasil.
Había otros periodistas que acusaban al grupo de tener voces homosexuales y un medio gráfico ( el diario “Crítica”) tituló en forma agresiva “Charly García: ¿Ídolo o qué?.
La respuesta de García no tardó en llegar y se vio reflejada a la hora de definir la tapa del disco “La grasa de las capitales”. Charly optó por recrear algo similar a la revista “Gente” de la época. Como encabezado de la “revista” (tapa) estaba el famoso titular “Charly García: ¿Ídolo o qué?”, bien abajo sobre la derecha de la tapa podía vislumbrarse “Descubrimos a los dobles de Seru Girán”, en referencia a la crítica hecha por Pipo Lernoud. En la foto entonces se podía observar a cuatro tipos que simulaban ser los Seru con profesiones que nada tenían que ver con la música. Allí estaban parados Pedro Aznar como oficinista, David Lebón como un jugador de fútbol, Charly García como dueño de una estación de servicio, con sus correspondientes dólares en los bolsillos de la camisa y Oscar Moro como carnicero.
La banda respondía de manera ácida a las críticas. “La revista ‘Gente’ era como el enemigo”, tiró García que en ese momento rebalsaba de bronca.
Sin dudas una de las tapas más geniales de la historia del rock nacional y que contó con la lucidez de un García en estado puro.

Maximiliano Ucotich

Especie en Extinción "Agarren al marciano maldito"


Especie en Extinción en su primer demo “Agarren al marciano maldito” muestra la esencia clara del punk. A lo largo del trabajo vamos a encontrar una voz a grito pelado, mucha potencia, furiosos riffs, historias de amor, de muerte, relatos autobiográficos y mucho más.
El nombre de esta banda, surge como consecuencia de una frase de un tema de la histórica banda de punk platense Embajada Boliviana, grupo que a fines de los ’90 cosechó varios seguidores en los bares de esta ciudad y ya sobre el año 2000 grabó su primer y único disco “Soñando locuras”. Hoy a 8 años de su disolución, muchos de los nuevos grupos que surgen dentro de esta escena los reivindican como referente de cabecera.
Especie en Extinción surgió en este 2008, oriundos de Gonnet, antes de formar este grupo en el año 2005 la banda poseía otro nombre e integrantes, de los cuales ha sobrevivido al paso del tiempo Alejandro, su baterista. Él es quién reclutó un bajista para poner también voces y un guitarrista para armar este trío que un mes atrás registró su primer demo en los estudios Argot, de la ciudad de La Plata.
Para abrir el juego, Especie en extinción es el primer tema (“No aprendimos a tocar, mucho menos a finar, nuestros instrumentos ya no dan más”) Ellos se toman con mucho humor la situación, bromean con esto de “no saber tocar”. (“Es solo punk rock, no es nada especial, son solo tres acordes que te harán saltar”) dice la letra.
La versión punk podría decirse de Homero de Viejas Locas (pese a que el grupo quizás se sienta molesto por esta comparación), viene de la mano de La vida de Juan (“Buscando una salida, una manera de triunfar, sin nada regresa a su hogar”… “Cuantos como él habrá que no tienen que morfar, buscando una salida, una manera de escapar”), básicamente lo que sucede lamentablemente en muchos hogares argentinos.
Muerte y soledad es el primer tema que ahonda en esta temática que desde el título no hace falta aclaración (“Todo está oscuro, muerte y soledad”…”caigo, me tropiezo, me vuelvo a levantar”), para completarla cierran de esta manera (“Lleváme al paraíso para poder triunfar, todo está oscuro muerte y soledad”), esta visto que no hay muchas esperanzas dentro de este universo para la banda o si las hay, es en el paraíso.
Pero también hallamos espacio para el amor, Chau mi amor es un buen ejemplo (“Tus besos ya no son como ayer, hoy estás distante y no se porqué, será que nuestro amor llegó a su final…”) y continúa (“esta historia de amor se terminó”), pero vale la aclaración: no es una balada.
De la mano de un cover, llega un punto alto del disco, una versión de No quiero ir contigo de Malas Intenciones, grupo punk disuelto tiempo atrás. La muerte es otra vez protagonista (“La chica de negro se acerca y me mira, clava su mirada llamándome, no quiero ir contigo!, no estoy listo para morir!”) y continúa (“Su misión es llevarme lejos”…”Sabiendo como es ella nunca regresaré”).
Ahora sos punk se resume de la siguiente manera, una invitación a una chica para que presencie un recital la cual argumenta que el género no le gusta (“Veníte a mi recital, yo se que te va a gustar, veníte a mi recital, lo vas a disfrutar”), la chica accede finalmente y termina disfrutando del punk.
El tema más delirante del disco llega con Agarren al marciano maldito, (“Mirando a mi alrededor, un marciano me atacó, empapado en alcohol, una botella me tiró”). Imaginen lo que pudo suceder del encuentro entre este marciano maldito y los Especie en Extinción… sin palabras.
El primer demo de esta banda mostró las ilusiones de cualquier grupo de chicos que se juntan para tocar y pasarla bien. El trabajo realizado en estudios Argot transmite la esencia que reflejan en vivo un grupo que muestra mucha “sangre” sobre el escenario y es bueno que eso suceda. Si bien hay algunos puntos para mejorar como sucede en los discos de casi todas las bandas, este primer EP se deja escuchar bastante bien.

Maximiliano Ucotich

miércoles, 5 de agosto de 2009

Charly García retorna a los escenarios


Charly García volverá a los escenarios luego de su última internación y un avanzado proceso de recuperación por consumo de drogas, así lo anunció Hilda Lizarazu en el programa “Falso impostor” que se emite por FM Rock & Pop 95.9 La fecha será el viernes 23 de octubre donde el músico festejará sus 58 años.
Previo a ese show García girará por algunos puntos de Sudamérica con una banda que recluta a históricos y músicos actuales. Por el lado de los históricos estarán Hilda Lizarazu en coros, el “Negro” Carlos García López en guitarras y Fabián “Zorrito” Von Quintiero, ex Ratones Paranoicos en teclados. Por el lado de los actuales estarán los chilenos que acompañan a García desde mediados del año 2002, Tonio Silva Peña en batería, Kiuje Hayashida en guitarra y Carlos Gonzáles en bajo. Músicos que Charly reclutó en un bar chileno cuando estos tres tocaban covers de su ídolo ante unas pocas personas. Hoy por hoy cumplen el sueño del pibe.
Lizarazu declaró que el García que se podrá ver en escena no tendrá la furia de los últimos tiempos a la cual ya nos habíamos acostumbrado y si a una persona mucho más calma.
Charly sigue un largo proceso de recuperación de drogas que hasta el momento tiene resultados favorables. Yo desde acá espero con ansias la fecha y brindo por un retorno a puro brillo.

La Vanguardia es Así, SAY NO MORE

Hay vida después de Los PIojos




Daniel “Piti” Fernández está de parabienes, mañana jueves 6 de agosto se edita el primer disco de La Franela. “Después de ver”. La banda liderada por el ex piojo contará con 10 temas, en los cuáles habrá reggae y rock, entre otros ritmos. Algunas de las canciones que hoy muestra Piti en su momento quedaron fuera de discos de Los Piojos, como por ejemplo “Llega el tren”.
El trabajo cuenta con la participación de Germán Daffunchio en voces y guitarra y la producción artística de Martín “Tucán” Bossa (Attaque 77), quién ya había trabajado con Fernández en el último disco de Los Piojos “Civilización” del año 2007.
La presentación oficial de “Después de ver” será el 14 de agosto en La Trastienda.

Metallica en Argentina y siguen las visitas para el 2010: Pearl Jam y U2



Como parte de su World Magnetic Tour, los liderados por James Hetfield pisarán suelo argentino en enero del 2010, a estadio a confirmar según fuentes.
Metallica traerá bajo sus brazos su última placa de estudio Death Magnetic como parte de un tour sudamericano que incluye también a Chile, Brasil y Paraguay.
La última vez que Metallica quiso venir a nuestro país fue en el año 2003, pero decidieron suspender toda la gira Latinoamérica por “stress y agotamiento físico”, lo cual generó una decepción grande entre los fanáticos de Sudamérica. Esperemos que esta vez no suceda lo mismo.
A la visita de Metallica en enero, hay que esperar las confirmaciones (a esta altura casi un hecho dicen) de U2 y Pearl Jam. Los comandados por Bono están de gira por Europa presentando su último disco “No line on the horizon” y los liderados por Eddie Vedder están ajustando tuercas para la salida de su nuevo disco “Backspacer” que se edita el 21 de septiembre.

Almendra "Almendra"


La historia de Almendra surge en el año 1967 y es considerado uno de los grupos fundacionales del rock nacional (junto a Manal, Pappo´s Blues, Vox Dei y otros), un año después en septiembre de 1968 editan su primer simple con dos temas “Tema de Pototo” y “El mundo entre tus manos”. La respuesta obtenida por parte del público ante este primer simple sorprende, Almendra presentaba un estilo musical jamás visto. Los arreglos vocales e instrumentales sumados a la lírica de Luis Alberto Spinetta eran lo opuesto a la música beat de la época con Palito Ortega, Johnny Tedesco, entre otros a la cabeza.
Rodolfo García, baterista del grupo define que la idea de Almendra era salir del típico grupo juvenil, estar lejos del hit, propósito que lograron pese a que las primeras presentaciones de la banda hayan sido junto a Johnny Tedesco.
Debido al éxito del primer simple y también los de los dos siguientes, cuando surge la oportunidad de grabar el primer LP, la compañía discográfica se niega rotundamente por miedo a fracasar. Hay que recordar que en esa época un grupo jamás salía de ese rotulo: grabar simples.
Finalmente en 1969, plena dictadura de Juan Carlos Onganía, Almendra logra registrar su primer disco con el mismo nombre de la banda.
Lo que se puede apreciar en ese trabajo a lo largo de nueve temas, es un contenido musical sumamente trabajado y sin fisuras.
La apertura del disco viene de la mano de una de las canciones más bellas del rock argentino “Muchacha ojos de papel”, una historia verídica de la cual Spinetta es el protagonista, un amor que marcó al cantante.
“Figuración” es un tema que invita a la reflexión misma, figuración puede pensarse como sinónimo de imaginación, (“Figúrate que pierdes la cabeza y aunque no lo creas se te va la voz como se fue tu piel, nada te queda ya, solo la realidad”). Esa realidad que se vivía a fines de 1969 en plena dictadura quizás no era la deseada.
Un tema que alcanza un nivel conmovedor en lo musical al igual que otros en el disco es “Fermín”, (“Las manos de Fermín, giran y él también, gira y da más vueltas, pobrecito Fermín, quiere ser feliz. Gira y da más vueltas”), la historia de un muchacho que está “loco” (un término bastante duro para algún lector por eso la palabra entre comillas) y que tratará de luchar pese a todo. (“En el hospicio ha de morir y antes de callar, el ave vendrá desde el mar.”) y continúa (“En el hospicio le dirán pronto has de morir. La noche izará su final de gotera, y el ave aquél lo llevará”). El final sumado a una marcha tipo infantil con esta frase deja pensando (“Fermín se fue a la vida, no se cuando vendrá”). El tema me eriza la piel cuando la escucho, algo imposible de evitar.
“A estos hombres tristes” resume un poco las ansias de libertad cercenadas por la dictadura de Onganía (“Salva tu piel, la ciudad te llevó el verano”). El Onganiato se hizo del poder a mediados de 1966 y ocupó el mismo hasta 1970, por eso el mensaje de Almendra (“Si tus pies hoy nacieron viento déjalos correr y si tus manos con las plantas, déjalas crecer”).
El primer tema que en la historia del rock nacional que incluye bandoneón es “Laura va”, acorde con eso, el tema es otra bella composición en el disco.
Luego de la dulzura proporcionada con el tema anterior, “Color humano” muestra una vez más el talento de Almendra, una improvisación de rock bien llevada como definieron sus integrantes, que dura nueve minutos. El sello discográfico una vez más mostraba disconformidad debido a la duración del tema en cuestión, en una época en la cual los temas duraban no más de tres minutos aparece Almendra para romper moldes. Compuesto por Edelmiro Molinari, guitarrista del grupo, la letra se inicia de esta forma (“Beso mares de algodón, sin mareas suaves son…”). El título de esta canción daría tiempo después nombre a la banda que formó Molinari, Color Humano y seguiría en parte la línea musical que mostró esta composición. Cuando fue consultado sobre como compuso esta letra por el programa “Elepe, discos clásicos del rock” que se emite por Canal 7, Molinari aseguró que no hubo nada de drogas en torno a ello, se encontraba en la cocina de su casa junto a su madre quien le estaba preparando un plato de papas fritas con huevos fritos, tan simple como eso.
Para cerrar el disco “Que el viento borró tus manos”, transmite esa sensación de música ciudadana bien de tango en su inicio.
Retomando el primer disco de Almendra es difícil optar por un solo tema como preferido, “Fermín”, “A estos hombres tristes”, “Laura va” y “Color humano”, por citar solo algunas están como los mejores temas del disco en donde se ve la calidad de la banda y constituye sin dudarlo un clásico de nuestro rock.

La Vieja Bis "La Vieja Bis"


El primer disco de La Vieja Bis depara una grata sorpresa, lejos de lo que estamos acostumbrados a escuchar en bandas jóvenes que pueden ser calificadas barriales (rock rollinga al extremo), este grupo sorprende por la variedad de ritmos que presenta.
Con una presentación de CD muy trabajada para lo que es un primer disco y todo el gasto que ello implica, la banda surgida en el año 2005 en Altos de San Lorenzo presenta 13 temas que alcanzan a cubrir casi una hora de música en la cual la voz de El Cocu, su cantante (compositor de todos los temas de la banda), nos remite en algunos momentos un poco a Facundo Soto de Guasones, pero en un tono más rasposo en donde las historias sobre amistad, barrio, chicas pagas y mensajes para que reaccionemos ante lo que vivimos se hagan presentes.
En referencia a la variedad de ritmos mencionados la apertura se da con un rock en “Hasta el final” en donde la armónica tiene una similitud a la de Andrés Ciro de Los Piojos. De la mano de la percusión un tema calmo con tintes latinos “Como un perro” posee invitado de lujo, El Cocu intercambia estrofas junto a Facundo Soto, líder de Guasones (“Estuve buscando en la mesa de un bar, unos duros alcoholes que puedan explicar una solución a esta depresión, una manera de arrancarme tu amor”), dice el tema, bastante amoroso por cierto.
“La ley de la calle” pone las cosas en su lugar, un rock duro en donde los que transitan las calles durante las madrugadas saben de lo que se habla, la frase inicial puede ser compartida por todos, sin dudarlo. (“Esta es la ley de la calle, la que nadie escribió, la que está sobre el asfalto pero nadie borró”), frase cierta si las hay…, para luego seguir (“el respeto en las calles no se puede comprar, van a ser tus puños o tu fierro el que tengan que hablar”). Sin dudas un manual de cabecera para conocer lo que es calle y saber manejarse en ella.
Profundizando en la variedad de estilos “Hasta las manos” es un tema por momentos con leves toques de ska.
En “1000 palabras”, las guitarras suenan crudas (la similitud de las mismas podría llegar a compararse con “Eso estaba bien” de Guasones), en un claro testimonio de amistad (“Porque sos lo mejor, compañero de emoción. Mil palabras no dicen lo que siento por vos”).
Algo de drogas puede llegar a percibirse en “Rodar”. (“Llueve arena y el cristal ya está a punto de estallar, veo algunas luces en esta oscuridad”), y continúa (“Todos pasan sin mirar solo ven sombras de una realidad”).
El tema que le sigue es “Sirenas”. (“Las sirenas escapan al día… puedes verlas a veces bailando, entre hombres que no encuentran amor”), no hace falta aclaración al tema pero para terminar de hacerlo esta frase sintetiza lo dicho, (“Ella me dijo que un billete sería la llave, que esta noche no podía fallar, esas chicas son como agua ardiente”).
“Los miserables”, muestra la hipocresía a la que estamos acostumbrados. (“Ladrones de guantes blancos roban tu ilusión…unos mueren de hambre y otros brindan con Chandón”). Algo que sucede con frecuencia en nuestra sociedad, no quedan dudas sobre ello.
El final del disco llega con toda la potencia de “Decimos no”, guitarras distorsionadas de la mano de Pepo y Charly sirven para cerrar el tema más largo del disco, la banda termina de sacar toda la furia que lleva acumulada a lo largo del CD. (“No nos vamos a callar, porque el silencio alimenta la impunidad”), las cosas siguen densas y continúan (“Algunos cerdos no quieren creer que ellos no son los dueños del poder, el poder es del pueblo de la Nación”), y la frase final del tema no da dudas de su cansancio (“Gritemos todos que se dejen de joder, ¡QUE SE DEJEN DE JODER!”).
Frases contundentes como en “La ley de la calle”, “Los miserables” y “Decimos no”, revelan la posición de la banda en ciertos aspectos sociales.
Pero también hay más, rock de guitarras que van al frente, canciones con aires latinos, como se puede percibir en “Como un perro”, y también historias de amistad y de ciudad.
Todo esto intercalado con el barrio sirve para mostrar esta primera experiencia de La Vieja Bis, una banda que con este primer disco editado hace un año demuestra que viene en franco ascenso.

Los Piojos en River, último Ritual


Luego de dar vueltas y vueltas, después de un mes y medio decido sentarme frente a mi computadora a las 2.10hs de la mañana para escribir esta nota que resume mis sensaciones en lo que fue el último recital de Los Piojos el 30 de Mayo en River Plate. La verdad es que espere bastante tiempo en parte para acomodar un poco las ideas que se cruzaron por mi cabeza desde esa noche hasta hoy. No voy a mentir, es probable que la nota esté llena de subjetividades y contradicciones varias producto de lo que me ha generado esta banda a lo largo de los 13 años que llevo escuchándola. Sepan entender eso, como así también la extensión de la nota, los piojosos quizás la lean completa.

No me dejes olvidar esta canción

Los Piojos se despidieron ante 65 personas en el estadio de River Plate, a juzgar por lo que se vio arriba del escenario es probable que haya sido definitivamente el último recital de la banda y no un parate por tiempo indefinido como ellos citaron.

Sábado 30 de mayo, noche gris y lluviosa en Buenos Aires, condimento que entristecía aún más la despedida de Los Piojos en River. Cerca de las 21hs llegando al estadio, esa tristeza se disimulaba y se percibía el clima de fiesta en los piojosos, cantitos, agite banderas y gente copando las calles adyacentes al estadio.
Un policía con un megáfono trataba de dar indicaciones al público para que este se formara de manera correcta e indicaba a que calle concurrir en caso de tener que ir a campo o platea. Bastante infructuoso por cierto, la mitad de la gente se confundía y daba vueltas sin saber bien para donde encarar hasta encontrar el punto exacto. Una vez sucedido esto nos esperaba una larga y complicada fila que en sus primeros 100 metros dificultaba su trayecto debido al amontonamiento de gente, superado esto nos dispusimos a caminar esquivando baldosas rotas, lagunas de barro (poco importaba que tratáramos de mantenernos limpios, dado que cuando empezara el ritual se iría todo al diablo), algunas vallas más y los famosos controles de seguridad que resultaron mínimos por suerte. Otro amontonamiento y nuevas confusiones a metros de la puerta para poder ingresar al estadio. Algunos empujones más ante la desesperación, entrada cortada y nos mandamos adentro. Ante una voz que gritó “¡dale que ya empieza!”, la mejor opción fue correr esos metros que había entre el playón y el estadio para entrar al campo a esta altura poblado casi en su totalidad.
A la espera de que se iniciase el show uno podía notar que en la mirada de la gente había cierta incertidumbre por ver lo que depararía el último show, miradas de alegría (por vez una vez más a la banda en vivo), pero sobre todo de tristeza lógica. Cada uno estaba en la suya, gente que se colgaba viendo los aviones que pasaban sobre el Monumental, charlas distendidas, algún que otro pogo para calentar el cuerpo y un humo dulzón girando en los alrededores.
Minutos después de las 22hs las luces del estadio se pagaron y la ovación fue total, el famoso “¡¡¡Vamos Los Piojos!!!” sonaba ensordecedor y miles de banderas se desplegaron lo más cercanas al escenario.
Una enorme pantalla al fondo del escenario mostraba el recorrido discográfico del grupo a través de la figura de un árbol del cual desprendían los discos junto a su año de edición, luego de esa extensa introducción Los Piojos salieron a escena. Andrés Ciro sobre una base sampleada con micrófono en mano salió entonando la primera estrofa de “Te diría” y se dedicó a recorrer la pasarela central del escenario, luego con guitarra incorporada y el resto de la banda ya acoplada dio inicio a la versión que todos conocemos y que desató la fiesta.
El segundo tema de la noche fue también otro clásico, “Babilonia”, con el baile esparcido por todo el estadio a esta altura repleto. Agradecimientos de por medio y saludos a todos los presentes; el siguiente tema de la noche fue “Labios de seda”. Mucha fiesta de entrada, lo ideal era descansar un poco así que sonó el lento “Ando Ganas”.
“Este lo pidieron mucho, a ver si se lo acuerdan” tiró Ciro, entonces sonó “Manise” con todo su esplendor murguero. De las primeras cinco canciones de la noche, cuatro fueron del segundo disco Ay Ay Ay, y sin dudas constituyen verdaderos clásicos en la historia del grupo.
El que siguió fue otro tema que hace rato no sonaba y que mostró una potencia inusual “Esquina Libertad”, con la banda al palo desató un pogo potentísimo en todo el estadio, que a esa altura ya no se preocupaba por la lluvia.
Andrés Ciro, es un creador de grandes canciones tristes en las cuales podrían adaptarse situaciones de vida cotidiana que pueden ser tildadas de grises (citar “Al atardecer”, “Todo pasa”, “Muy despacito” y “Tan solo”, son algunos ejemplos de ello), un color que acompañó (junto a otros claro) a la banda desde los inicios y que se empeño en mantenerse hasta este último show desde el encapotado cielo que cubría la ciudad de Buenos Aires. Dos de estas canciones sonaron en la noche piojosa, primero “Tan solo” y al instante “Todo pasa” (“En la ciudad gris bares y cafés…”, cita el inicio de la letra, otra vez vemos el gris presente en la noche). De “Tan solo” se nota que ya agotó la paciencia de cierto sector del público y su extensión aburre mucho, pero es un clásico. De “Todo pasa” es para rescatar la melancolía que transmitió el bandoneón de Tavo Kupinsky y al público que cantó ese clásico de punta a punta haciendo que Los Piojos fueran por unos minutos espectadores del show, sin dudas con este tema se vivió uno de los momentos más emotivos de la noche.
Lo que siguió fue “Luz de marfil” y el estadio otra vez a pleno, la frase “todo lo demás no es nada”, retumbó más de la cuenta en esta ocasión en el corazón de los piojosos.
Había llegado el momento de descanso para Ciro quién se alejó unos minutos del escenario y cedió el micrófono a Micky para que entone “Fijate”, aplausos para él y al toque Tavo que se vino con “Sudestada”. “Bueno, a mí no me presentaron, pero yo también voy a cantar un tema”, tiró la bronca el zurdo guitarrista, ante una respuesta indiferente de Micky. Aplausos merecidos para Tavo y una dedicatoria a su amigo Piti Fernández, ex piojo desde mediados del 2008 y que ahora encara con fuerza su nuevo proyecto “La Franela” banda que mantuvo en secreto durante más de dos años por respeto a Los Piojos. Piti fue reemplazado por Juanchi Bissio y cumplió un digno papel en el poco tiempo que estuvo en la banda.
Luces apagas en todo el estadio y base rapeada para “Fantasma”, Ciro recorriendo el escenario con capucha y un juego de luces excepcional como a lo largo de toda la noche. Lanzado por el cantante, un tema que no figuraba en la lista “Around & around/Zapatos de gamuza azul”, momento en el cual Andrés Ciro aprovechó para sacarse el maquillaje utilizado en “Fantasma”, frente a un espejo sostenido por un asistente.
Luego de esa improvisación, llegó la hora de “Shup-shup” y una armónica por demás potente, decibeles que bajaban una vez más con la llegada de “Difícil”, otro de los lentos de la noche y que varios aprovecharon para abrazar bien fuerte a su chica. El tema contó con la coreografía de una mujer que se mostraba desde lo alto del escenario.
La hora de la música disco en el show llegó con “Manjar”, mezclado al final con el ya clásico fragmento de “Debede” de Sumo.
A esta altura no importaba la lluvia ni nada por el estilo, la gente después de 16 temas estaba completamente entregada a la fiesta que proponían Los Piojos, tal es así que la armónica invitaba al saltito una vez más con “Pistolas”, tema en el cual los hijos de los integrantes de la banda subieron al escenario para luego participar en los coros de “Canción de cuna”.
Luego de que los “piojitos” se bajaran del escenario, Andrés Ciro presentó a Alejandro un piojoso que leyó una emotiva carta en la cual contaba todo lo vivido en estos años y que en este su ritual número 100, la tristeza lo invadía por doquier. Tomando una frase ricotera el chico dio el cierre a algo que todos sentíamos “las despedidas son esos dolores dulces”. Saludos de todos los integrantes de Los Piojos para Alejandro y la fiesta debía seguir.
Había llegado el momento de otra tanda de clásicos en el show, primero sonó “El farolito” en donde Chuky de Ipola en teclados, Changuito Farías Gómes en percusión y Sebastián en batería tuvieron su momento para lucirse en una versión extensísima.
Luces que se vuelven a apagar en todo el estadio tan solo por unos segundos y al instante 40 tambores en escena, gritos por parte de todo el estadio, La Chilinga con Dani Buira a la cabeza se hizo presente para interpretar “Verano del ‘92”. Aplausos para los tambores chilingos y Dani que se acomoda tras los parches de la batería. “Estos temas no los ensayamos”, anuncia Ciro y suenan dos clásicos infaltables “Desde lejos no se ve” y “Cruel”. Respetuosos aplausos para Dani Buira, el ex piojo que abandonó la banda a inicios del año 2000 y que cumplió en el rol de invitado.
A pedido de Ciro, llegan más aplausos y más aplausos, esta vez para Sebastián por ceder la batería gentilmente a Buira. Había llegado la hora de “Genuis” (“Las palomas vuelan, 30 DE MAYO”), citó el cantante piojoso cambiando la fecha de la introducción del tema. La canción contó con la presencia de vientos a cargo de Bebe Ferreira, Juan Cruz Urquiza y Víctor Skorupsky, habituales colocadores de los shows de Los Piojos.
Lo que siguió fue otro momento emotivo de la noche. “No soy bueno para los discursos -dijo Ciro- así que en esta canción vamos a expresar lo que sentimos y es nuestra manera de agradecerles a ustedes por estos 20 años, muchas gracias por todo, de verdad”. Y entonces sonó “Pacífico”, con la pantalla de fondo mostrando cientos de tatuajes piojosos. Andrés Ciro compuso esta canción durante el parate que realizó la banda durante el 2005 y trasmite esa sensación de no estar arriba de un escenario y ver que pasa a su alrededor (“Ahora que estoy vacío, ahora que no hay canción, toda la luna cabe en mí, ahora que soy silbido de alguien que sale a andar…”). El estribillo (Más allá de los que pensemos del tema) representó el sentimiento piojoso esa noche (“Voy a llevarte en mí y ahora se muy bien que me llevarás, hasta donde estés, adonde vayas, un tatuaje azul…”).
Para cortar con esa melancolía, la fiesta se apoderó del monumental de la mano de “El balneario de los doctores crotos”, rondas por todo el estadio y murga ante un Andrés Ciro que bajó del escenario para recorrerlo de punta y ceder el micrófono a la gente.
Luego llegaron los acordes de “Buenos días Palomar”, me invadió cierta desilusión porque supuestamente con esa canción viene indicando el final de los últimos shows piojosos, lo cual en esta fecha no era justo dado que quedaban algunos clásicos guardados. La gente se amontonó lo más cerca del escenario para la lectura de banderas de la mano de “Finale”, una vez finalizada la lectura de los trapos, Los Piojos se dirigieron a la punta del escenario para saludar a toda la gente, regalar púas, palillos y demás ante una ovación que parecía no terminar más. Agradecimientos de Ciro a las bandas amigas que compartieron el mismo camino y Los Piojos que salen de escena. El público no amagaba con moverse y las luces no se encendían, así que después de algunos minutos la banda volvió al escenario con la idea de “tocar hasta que amanezca”, lo cuál despertó aplausos de la gente.
Lentamente comenzó a sonar un teclado y las palmas de la gente empezaron a acompañar, había llegado la hora de “Ruleta”, otro de los temas más cantados de la noche. Homenaje al Carpo, que no podía faltar con la llegada de “El viejo” y luego la hora de la votación sobre que tema hacer porque Los Piojos ya se iban.
Algunos gritaban por “Los mocosos”, otros por “Muévelo”, lo cierto es que la banda estaba agrupada en el centro del escenario y Ciro entre risas tiró ¿y si hacemos “Los mocosos”?, festejos de la gente por la elección de un tema (que yo esperaba con ansias) que no defraudó y por ser un clásico de la primera hora del grupo. Todos felices ante semejante tema, pero para poner clima festivo y coronar el cierre del show llegó “Muévelo”, quizás la elección del tema se debió a que Los Piojos querían terminar su ritual como una fiesta y no entre lágrimas, lo cierto es que una vez finalizada la canción la banda dejó el escenario ante la tristeza de la gente que reclamaba marcando las tres palmadas de “Ay ay ay”, el retorno al escenario aunque sea para una canción más.

Con el correr de los minutos las luces del estadio se empezaron a encender y los piojosos entendieron que ya no había retorno, de esta forma empezaron a desparramarse lentamente con rumbo a las calles del barrio de Nuñez, a la salida algunos comentaban sus sensaciones sobre el show y una posible vuelta en breve, pero lo que se vio arriba del escenario en River Plate, da como pauta que Los Piojos no volverán a reunirse sobre todo si tomamos en cuenta los rumores que indican una dispersión muy grande entre sus integrantes y que el parate por tiempo indefinido es tan solo una frase y nada más.

Mientras yo salía del estadio en búsqueda de mis amigos, una música rondaba por mi cabeza entre extrañas sensaciones, sabiendo que este canto finalmente se tornaba realidad y no había posibilidad de retorno como si lo hubo durante 20 años“Ya se van, ya se van, allá se van Los Piojos…”.


Aún así hay algunos puntos para analizar del recital.

El primero de ellos fue la entrega, 31 temas de los cuales 5 fueron agregados a la lista original de 26, lo que da como resultado casi 3 horas de show, algo que Los Piojos no hacían hace rato, este vez puede decirse que dejaron todo sobre el escenario.
Es verdad que faltaron algunos temas como “Ay Ay Ay”, “Cancheros”, “Buenos tiempos” o “Quemado”, temas que en realidad responden a un deseo mío y seguiría con la lista con “No jugués conmigo” y “Ay que maravilla” por ejemplo. Pero por suerte hubo algunos que gracias a Dios no sonaron “Como Alí”y “Amor de perros”.
Lógicamente lo hecho a La Renga no estuvo bien, Los Piojos actuaron de muy mala lecha al poner la fecha el mismo día que los de Mataderos, sabiendo que la fecha en La Plata realizada por Chizzo y compañía estaba programada desde hacía dos meses. No se justifica y no hay motivos haber pasado la fecha para ese mismo día disponiendo de todo un mes por delante (junio), repito ¿qué necesidad había?, lo cierto es que la amistad que había entre ambos grupos quedó hecha trizas, con muestras que daba Chizzo en La Plata al mostrar su bronca por tal situación, una lástima la verdad. Aún así entre los agradecimientos a bandas que hicieron Los Piojos al finalizar el show, La Renga fue uno de los grupos citados.
Yo escucho Los Piojos hace 13 años y esta altura puede decirse que hay un fanatismo, pero también reconozco las cosas que hacen mal. Que Los Piojos hayan transmitido su show por TN fue cualquiera, sobre todo si tomamos en cuenta que La Renga lo transmitió por el Foro Argentino de Radio Comunitarias (FARCO) a todas las radios comunitarias del país que se nuclear allí.
Más allá de esa actitud “del palo” o “humildad”, La Renga también es una banda que cobra la entrada 60, 70 mangos al igual que Los Piojos y me molesta (más allá de todas las críticas que hice a Los Piojos en esta nota) que se los critique en cosas que La Renga también hace. Nadie dijo nada cuando La Renga firmó en 1998 un contrato por un millón de dólares para sacar el disco de la estrella (esa imagen en la tapa sino es marketing ¿qué es?, ¿acaso no están lucrando con una imagen de El Che?). Para esa época Los Piojos se desvinculaban de DBN y comenzaban el camino de la independencia con un sello propio “El farolito discos”, pero nadie dijo nada.

¿Qué es esto?

Acá van a encontrar críticas de discos históricos del rock, de bandas locales (algunas las hice en “A Todo o Nada” programa de rock de FM Futura 90.5) y de discos que comento tan solo por el hecho de que me gustan y mucho.
La idea es conjugarlo con notas de recitales que presencié en los últimos tiempos y que iré viendo y sumarle un poco de información actual sobre diversos grupos de rock.
Nada del otro mundo, simple, pero espero que no sea tedioso pasar por acá y les cope un poco la onda.